Oriana Sabatini debutó en tevé por la puerta grande

Oriana Sabatini sale al ruedo con solo 17 años pero no es una improvisada. Y nunca pretendió tener un lugar por ser “la hija de”. Con una disciplina fuera de serie para su edad, se preparó para el gran desafío. Estudió teatro con Julio Chávez, canto con Clara Tram, baile con Lorena Portillo y Clara Rojo, especialista en jazz. Una lista a la que hay que agregar un personal trainer con el que hace, todos los días, 30 minutos de aeróbico intensivo y otros 30 de localizado. Tiene, desde siempre, el hábito de comer sano. Y desde ya, la guía de su madrina de actuación, Cris Morena.

“Cris está todo el tiempo con nosotros -cuenta-. No deja de guiarme ni un solo minuto. Estoy profundamente agradecida por la oportunidad que me está dando. Lo vivo como una locura, todavía no caigo, nunca me imaginé trabajar para ella. Mis primeras escenas fueron un poco duras, pero todo se aprende... Mamá siempre me aconseja y me acompaña todo lo que puede”.

En “Aliados”, Oriana es Azul Medina, una cantante pop célebre, que en su vida personal es todo lo contrario de lo que muestra en público. A pesar de su fama está sola, no tiene amigos y se lleva mal con su familia. Es una típica manipuladora, que se relaciona con la gente solo por interés. Jamás se detiene ante nada con tal de conseguir lo que quiere. Por las dudas, Oriana aclara: “Azul es mala y yo no”.

Un tema no menor, que tuvo que resolver, fue el colegio. La joven está en el último año del bachillerato. Imposible coordinar los horarios de la actuación con los del cole. Todos los actores y actrices saben a qué hora entran en el estudio pero nunca a qué hora salen. Así que estudia vía Internet, algo común a la mayoría de las figuras más chicas de edad.

SUS PADRES, AL PIE DEL CAÑON

A diferencia de otras actrices adolescentes, en su caso en particular están papá y mamá, dos celebrities que ven con el corazón en la boca cada capítulo de la tira. “Están igual de contentos que yo -afirma Oriana- Obviamente, tienen los nervios lógicos de que salga todo bien, pero saben que va a ser así. Tanto papá como mamá se pusieron a llorar al ver el primer capítulo. También están a la expectativa del lanzamiento de un disco donde canto”.

Por ahora, al menos, reina la tranquilidad en el hogar de los Sabatini. Oriana es la misma de siempre. Su bautismo como actriz no le cambió en nada sus hábitos. Sigue leyendo libros sobre temas espirituales, que comenta con Ova en charlas que pueden durar horas. También escribe, por ahora solo para ella. Sale poco y nada a bailar y se considera una “chica hogareña”. Su programa, la mayoría de las noches, es ver una buena película y a la cama. Según su propia confesión, no hay novio a la vista.

Oriana tiene 17 años pero ya sabe quién es y qué quiere. “Soy muy observadora -asegura-. Siempre estoy atenta a todos los detalles. Trato de dar lo mejor de mí misma en todo lo que hago. Mi gran meta, que para algunos puede ser mucho y para otros poco, es hacer lo que me gusta todos los días, que es actuar, cantar y bailar. No tengo idea de lo que se me viene. Creo que no estoy preparada, porque nada te prepara para eso. Es algo que vas aprendiendo a medida que vas viviéndolo”.