Se cumplen 30 años de un partido histórico

Entre tantas hazañas coperas, en el Pincha se recuerda este empate con siete hombres en 1983

En Estudiantes, hablar del empate 3-3 contra Gremio es equivalente a hacerlo de las cuatro finales de Copa Libertadores ganadas. Aunque haya sido un solo partido, que inclusive terminó quitándole muchas chances de ser campeón de América, fue un cimbronazo emocional tan grande que le eriza la piel a sus hinchas.

Se cumplen hoy 30 años de aquel partido, jugado el 8 de julio de 1983 en el viejo estadio de 57 y 1. Por la tercera fecha de las semifinales de la Libertadores de aquel año, el Pincha protagonizó una de las mayores hazañas en la historia de la Conmebol. Con siete hombres, por las expulsiones de Trobbiani, Ponce, Camino y Teves le empató en el último minuto al poderoso Gremio 3-3 y desató una verdadera catarata de elogios y comentarios que, todavía hoy, se siguen escuchando.

El triste protagonista de la noche fue el árbitro uruguayo Luis Da Rosa, que antes del inicio del partido ya había amonestado a Marcelo Trobbiani. Y, al minuto del gol de apertura de Sergio Gurrieri les mostró la tarjeta roja, en simultáneo, a José Daniel Ponce y el propio Trobbiani.

Tras cartón el elenco brasilero empató y a poco de iniciado el complemento se puso 3-1. Ni el más optimista se imaginaba semejante final, y mucho menos después de dos nuevas expulsiones, en esta caso inobjetables: las de Julián Camino y Teves.

Pero la historia se guardó un capítulo extra. Primero el jujeño Gurrieri encontró un rebote para poner el 2-3. Y en el último minuto, desde afuera del área cuando Estudiantes buscaba la heroica, Miguel Angel Russo decretó el empate más festejado de la historia.

Esa igualdad lo dejó con vida al equipo de Eduardo Luján Manera, que a la semana siguiente buscó en Colombia el pase a la final. Pero con un equipo diezmado (apenas llevó tres suplentes y dos de ellos arqueros) no pudo pasar el 0-0 con América de Cali. Consecuencia: se clasificó Gremio que, a la postre, resultó el campeón de la Libertadores ‘83. Hoy, el recuerdo es otro.

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