La Villa no le encontró la vuelta y el Rojo lo ganó con muy poco

El Celeste exhibió ganas y empuje, pero no fue suficiente para alcanzar al menos un empate

MAURO RAVERTA MIRA LA PELOTA; MIENTRAS PISANO ATERRIZA EN EL PISO. SAN CARLOS SIGUE SIN PODER ENDEREZAR EL RUMBO FUTBOLISTICO

comentario Por Leandro Duba

Con entrega y sacrificio a veces no alcanza para ganar un partido. Y más un compromiso tan importante como el que afrontó ayer San Carlos, en el Bosque, ante Independiente.

El Celeste le jugó de igual a igual al equipo de Avellaneda; presionó siempre y hasta intentó imponer su juego, sobre todo en el primer tiempo, pero el poco peso ofensivo y por ende, la ausencia de gol, le volvió a jugar una mala pasada, como le viene sucediendo en los últimos partidos.

Independiente mostró cosas interesantes del medio hacia adelante, pero en defensa, exhibió demasiadas grietas, que no pudieron ser aprovechadas por los delanteros locales.

Al minuto de juego, Nahuel Fernandes Silva exigió a Diego Rodríguez con un bombazo esquinado, y en el rebote, Gonzalo Raverta la tiró por arriba del travesaño.

Era el presagio de lo que iba a proponer San Carlos ante un Independiente que le costó acomodarse en el campo de juego, y que intentó defenderse con la pelota y si es posible, lejos de su arco.

Sin embargo, en la primera aproximación de peligro, el Rolfi Montenegro apareció por detrás de todos para definir ante Sessa (a los 26), luego de un centro pasado de Vallés.

San Carlos, pese a estar en desventaja, siguió haciendo su trabajo. Y a medida que transcurrían los minutos, fue haciendo méritos para alcanzar la igualdad.

A los 30, Fernandes Silva desperdició una buena chance, pero su remate se fue apenas desviado.

Independiente, mientras tanto, dependió muchas veces de las corridas por derecha de Pisano, del aporte siempre peligroso de Parra o de alguna genialidad de Montenegro.

CONTRA LAS CUERDAS

San Carlos salió con determinación a jugar el complemento. Quizás con más empuje que claridad.

Al minuto, Fernandes Silva, uno de los más regulares de la Villa, aprovechó un centro de Piarrou, pero su definición no fue acertada.

No obstante, el equipo de De Felippe tuvo diez minutos muy buenos, tal vez los mejores del encuentro. Y en ese lapso, generó tres situaciones muy claras que pudieron haber definido el pleito.

A los 6, Sessa te tapó un remate de gol al Rolfi Montenegro: A los 8, Pisano desparramó a Sessa en el mano a mano, pero la tiró a fuera. Y a los 10, Parra se lo perdió solo.

San Carlos intentó alguna respuesta a partir de los cambios, que esta vez, no dieron el resultado que se esperaba.

Las ganas de Sommariva y de Gonzalo Raverta en la mitad de la cancha no fueron suficientes. Tampoco las corridas por derecha de Gino Clara.

El Celeste jamás pudo terminar una jugada,. Solo fueron insinuaciones.

Por eso Independiente se abroqueló bien en el fondo, aguantó las embestidas del dueño de casa y salió rápido de contraataque.

El equipo de Ricardo Rezza empujó en los últimos minutos, pero la suerte ya estaba sellada.

Una nueva derrota en el torneo y la preocupación que comienza a sentirse.

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