Estudiantes en una noche para olvidar

LUCIANO AUED LUCHA POR LA PELOTA CON LEONARDO JARA. ESTUDIANTES TUVO UN FLOJÍSIMO RENDIMIENTO Y TERMINÓ GOLEADO POR LA ACADEMIA

Qué noche la de Estudiantes! Luego de quedar afuera de la Copa Argentina, el miércoles pasado en San Juan, contra Huracán, en definición con remates desde el punto del penal, anoche enfrentó a Racing con la idea de recuperar terreno en el campeonato oficial de Primera, y después de un primer ataque a fondo, que a punto estuvo de convertirse en el 1 a 0, sembró el Estadio Ciudad de La Plata con un montón de interrogantes.

Una entrega corta de Cerutti le permitió a Jara cruzar, desde la derecha, un pelotazo que Auzqui conectó de cabeza entrando por el segundo palo, una situación que escapó junto al palo de la mano derecha de Saja. Recién había pasado un minuto de juego, y la combinación permitió imaginar que el Pincha tenía esa frescura que le reclama Mauricio Pellegrino.

Nada que ver. Los albirrojos, en vez de mantener ese nivel de juego, enseguida empezaron a levantar centros desde los costados, para nadie, porque sin Vera ni Carrillo no tenía referentes, y para colmo de males, a los 7 minutos el primer ataque serio de Racing terminó en gol.

Bou apareció con la pelota por la derecha, se frenó y buscó a Gastón Díaz, que desde tres cuartos de cancha sirvió un pelotazo que aprovechó Diego Milito, anticipando a Schunke de cabeza y sorprendiendo a Silva, el arquero que no pudo evitar que la pelota se le filtrara junto a la base de su palo izquierdo.

Lejos de recomponerse, el Pincha empezó a hacer todo mal, desde el control de la pelota, que no pudo asegurar, y que en algunos casos regaló, hasta la idea de juego, porque no hizo ni una cosa ni la otra. Con los centros no llegó a ningún lado, y cuando intentó otra cosa, las increíbles equivocaciones en las entregas no hizo más que favorecer las respuestas de la Academia.

No atacó Estudiantes, y cuando debió aguantar el partido en defensa fue igual o peor. Ninguno de los jugadores del fondo brindó algún tipo de garantía, empezando por el arquero, que volvió a pagar en la segunda llegada, en la cual le patearon desde afuera y el rebote que dio no fue defendido por nadie.

Iban 28 minutos, el que probó de lejos, por izquierda, fue Centurión, las manos de Silva taparon abajo, y cuando varios se preguntaban qué hacer, Bou, el que llegó a Racing procedente de Gimnasia, los madrugó y aseguró con determinación.

Si algo le faltaba al equipo estudiantil para que la noche fuera más oscura, era este 2 a 0. Los nervios se lo comieron, y hubo jugadas difíciles de entender. Como un par de cambios de frente, uno a cargo de Gil Romero y otro de Schunke, que directamente fueron a parar a los pies de mediocampistas del conjunto visitantes que salieron de contra con todo a favor.

Pellegrino buscó algún tipo de cambio con el ingreso de Vera, en lugar de Auzqui, y enseguida con Carrasco, por Graciani. La intención fue lograr una mayor presencia en el área de enfrente, lo cual no alcanzó, porque evidentemente, y más allá de estas movidas, lejos estuvo de ser una buena noche para el Pincha. Tanto que además de perder el invicto como local en el campeonato, perdió tras largo tiempo.

Prediger conectó de cabeza, aunque sin dirección, un córner ejecutado desde la derecha, pero al igual que aquel primer intento de la noche, el cabezazo de Auzqui, este nuevo intento de los albirrojos en el segundo tiempo no tuvo continuidad.

Racing aguantó tranqui la ventaja de dos goles, porque Saja casi no debió intervenir, y cuando a partir del criterio de Román Martínez el Pincha fue a buscar el descuento, en Racing entró Hauche para darle velocidad al contragolpe, y por esa vía aseguró el triunfo.

Corrían 28 minutos, Estudiantes perdió la pelota en la puerta del área de la Academia, y el pase largo viajó, como estaba pensado, para la corrida del Demonio, que antes de pisar el área cruzó para la entrada limpia de Bou, quien selló el 3 a 0 a favor de Racing en la peor noche del Pincha bajo la conducción de Pellegrino, que se completó con otro más, el 4 a 0, de Hauche en otra rápida salida.

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