Nuevas historias que llegan

“Historias” es el sexto disco de La Beriso, un álbum con el que quiere dejar atrás la etiqueta de rock barrial y meterse de lleno en el género de la canción rockera con un disco introspectivo que navega por el rock and roll y las medio tempo con el ADN bien marcado del rock argentino y que además marca una importante evolución, en una banda que viene creciendo en convocatoria en forma agigantada.

Más de diez años transitaron desde el primer demo que el quinteto integrado por Pablo Ferradas y Emiliano Mansilla (guitarras), Rolando Sartorio (voz y guitarra), Ezequiel Bolli (bajo) y Javier Pandolfi (batería) hizo conocer en el circuito under del rock.

Desde aquel entonces publicaron “Sólo canciones” (primer álbum de estudio lanzado en 2005), “Descartando miserias” (2007), “Culpable” (2009), “Vamos por la gloria” (primer cd en vivo de 2010), “Atrapando sueños” (2011) y “Vivo por la gloria” (dvd en vivo que registra el Luna Park con localidades agotadas que la banda conquistó en noviembre del año pasado).

Adentrándose en una nueva etapa de la carrera y con Claudio “Tano” Marciello como productor, el quinteto irrumpe con “Historias”, trabajo en el cual condensa catorce canciones de amor y, sobre todo, de desamor, reflejos de experiencias vividas.

Con la participación del violinista Darío Spiguel, “No me olvides” -canción elegida como corte difusión del disco y cuyo video fue recientemente estrenado en las redes- gana fuerza y potencia a medida que los segundos pisan el relato de una relación trunca, del cual cuyo co-protagonista deriva en la muerte.

Del mismo modo y con la misma energía rockera continúa “Ella” y “Te Burlaste”, y así atraviesa el amor de la “Madrugada”, con la colaboración de Martín Motorola en piano y Pablo Puntoriero en saxo, que obliga a descender los decibeles.

Una impronta menos barrial y solos impetuosos dan pie a “Dónde terminaré” y sobrevolando aires de country se apoya en un estilo más tradicional del rock con “Recuerdos”, novena historia del registro que retoma la nostalgia, como punto de partida y final.

Sin dejar de lado el género balada, “Enloquecer” se cuela en los huesos con punteos románticos y expresivos acompañando los pedidos y promesas de la letra, y clausurando el disco con ánimo íntimo, el quinteto hace eco con “Mi destino”, tema que junto a Walther Cuttini en teclados y Nelson Pombal en viola, regala un himno a los ausentes y a los heridos.

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