Verón no estuvo en Banfield

La Brujita no pudo acompañar al equipo en su partido como visitante

Finalmente Juan Sebastián Verón no estuvo presente en la cancha de Banfield, en el primer partido de Estudiantes como visitante desde que la Brujita es el nuevo presidente.

Según se dijo, la máxima autoridad del club estuvo participando de una jornada solidaria a favor de una campaña contra el cáncer de mamas.

De esta manera su debut como visitante será con seguridad el próximo miércoles en Montevideo, cuando el Pincha juegue contra Peñarol el partido revancha por los octavos de final de la Copa Sudamericana.

A la Brujita lo esperaban en el Sur, sobre todo el técnico local Matías Almeyda, de larga amistad con él desde el paso de ambos por la Lazio de Italia. Mandó saludos a través de un allegado.

Quienes sí dijeron presente fueron el vice segundo Osvaldo Lombardi, el secretario de fútbol Diego Ronderos, Agustín y Sebastián Russo, en secretario de prensa Javier Porta y el encargado de fútbol juvenil Juan Martín Aiello.

Lo hicieron cuando faltaban pocos minutos para el inicio del partido y se ubicaron en el sector que Banfield destina a los dirigentes visitantes, en una de las dos torres que custodian la vieja tribuna visitante. Algunos comparan esa edificación con departamentos.

Junto a ellos también acompañaron al plantel varios allegados, que se instalaron en el mismo lugar. Y con ellos estuvo el secretario técnico Agustín Alayes, que regresó desde Europa luego de haber participado en un congreso de fútbol junto a Sebastián Verón y el doctor Hugo Montenegro.

Más presencia albirroja en Peña y Arenales estuvo con gran parte del plantel profesional. Leandro Desábato, Joaquín Correa, Leonardo Jara, Ernesto Goñi, Diego Vera, Israel Damonte y Carlos Auzqui. Todos ellos, junto a un par de allegados al cuerpo técnico, se instalaron en la platea local, en el extremo izquierdo.

Si bien no padecieron ninguna agresión, un encargado de la seguridad le pidió a Damonte que se diera vuelta el buzo para evitar que el escudo quedara a la vista de todos.

Por las dudas, en el segundo tiempo decidieron marcharse a la tribuna visitante y desde allí seguir las alternativas del partido, meta mate y mate, alejados del público local.

Quien poco pudo ver de los primeros 45 minutos fue el uruguayo Goñi, a quien su hijo le pidió no menos de dos veces ir hasta el baño.

Cuando se largó a llover en forma intensa los jugadores tuvieron que abandonar su lugar. Sólo se quedó Manuel, el “soporte espiritual” que tiene el plantel, que poco pudo aportar ayer.

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