Dieron el alta a la beba que pasó 80 horas junto al cadáver de su mamá

Tiene un año y nueve meses y estuvo tres días debajo del cuerpo de su madre en una alcantarilla

LUEGO DE ESTAR TRES DÍAS BAJO EL CUERPO MUERTO DE SU MADRE, MARTINA LOGRÓ RECUPERARSE Y AYER FUE DADA DE ALTA

La beba de un año y nueve meses que había pasado más de 80 horas con su madre muerta debajo de una alcantarilla en la ciudad de Córdoba, fue dada de alta ayer del Hospital de Niños de esa ciudad, donde se repuso de un cuadro de deshidratación, hipotermia, heridas punzocortantes y una lesión en el muslo derecho.

Se trata de la hija de Paola Acosta (36), asesinada el domingo 21 de septiembre pasado y por cuyo crimen permanece detenido su ex pareja y padre de la beba.

La niña permaneció 11 días internada en ese centro asistencial, cinco de los cuales estuvo en terapia intensiva del hospital y posteriormente fue trasladada a cuidados intermedios, donde continuó su tratamiento favorablemente, con evidente mejoría.

“Martina se retira en óptimas condiciones”, dijo ayer el director del hospital, Néstor Perotti. Según los médicos de ese centro, la niña -llamada por todos “la nena del milagro”- está en condiciones de continuar su recuperación junto a su familia materna, abuelos y una tía que permanentemente la acompañan y contienen. De la despedida participaron autoridades del hospital y sanitarias de la provincia de Córdoba.

El último lunes, familiares y vecinos de Paola Acosta marcharon por el centro de la capital cordobesa en demanda de justicia por el hecho, por el cual está detenido, como único imputado, el padre biológico de la menor, Gonzalo Lizarralde (33). El cadáver de Acosta fue hallado en el barrio Alto Alberdi, en el oeste de la ciudad, tras el aviso formulado por los vecinos del lugar, mientras que la niña estaba con vida, “pegada” al cuerpo de su madre. De ambas no se tenían noticias desde el miércoles 17 por la noche, luego de que bajaron a las 22.30 del departamento de la calle Martín García al 200, de barrio San Martín, donde vivían junto a otros dos hijos adolescentes de la mujer, para recibir a Lizarralde, y hasta el domingo 21 no se supo nada más sobre ellas.

Lizarralde, según consta en el expediente, iba a conocer a la niña y, además, iba a pagar la cuota alimentaria de 1.400 pesos que se había fijado por orden judicial, ya que al negar su paternidad se inició una causa que terminó en un análisis de ADN. Ayer, el director del hospital aseguró que la beba “se retira en óptimas condiciones de salud”.

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