Lanús, Independiente, Racing y Boca no se resignan en bajar al sólido puntero

Cuenta con argumentos futbolísticos muy sólidos. Individualidades que rayan alto y que desequilibran. Y una moral muy alta. Estos son algunas -porque las hay más- de las razones de porqué el River Plate de Marcelo Gallardo, desde que arrancó el campeonato, siempre fue habitante de la punta de la tabla.

Tras jugarse doce de las 19 fechas de esta competencia, el conjunto millonario tiene 28 puntos y supera por cuatro unidades al segundo, Lanús, y por cinco al irregular Independiente. Más atrás, a seis unidades, marcha Racing, y a ocho figura Boca que insiste con no bajarse de la pelea cuando lentamente el torneo está ingresando en la etapa de las definiciones.

Desde su debut en el banco de suplentes de River, el Muñeco Gallardo ha hecho del invicto una manera de vida. Aquella noche, River igualó con Ferro por Copa Argentina y se impuso en los penales. A partir de ahí, el derrotero incluye el liderazgo en el torneo local, con 8 victorias y 4 empates, dos triunfos por Copa Sudamericana (ante Godoy Cruz de Mendoza) y dos empates más por Copa Argentina, el último ante Rosario Central, que implicó la eliminación por penales pero no así la pérdida del invicto. Algo más, en este cierre del torneo River tendrá que enfrentar a solamente uno de los que lo persiguen, la Academia, en la fecha 17. Lanús viene bien perfilado y quiere darle un dolor de cabeza. El equipo del Mellizo Guillermo tendrá que cruzarse con otro que se ilusiona, Independiente, en la fecha 16. Racing y Boca podrían arrimarse pero no solamente tendrán que ganar todo lo que les queda por delante sino que eso tendría que ir acompañado de que el líder no sume, lo que asoma como realmente difícil.

Cada partido que pasa River da sensación de estar muy convencido por donde se lo analice. Sucede que tiene una intención de juego, y las energías puestas en esa dirección. Además, la actitud y el compromiso flota por todos lados. Este River, con variantes y con otros nombres en algunos puestos, no resigna nunca buscar todo el tiempo, tocar corto y rápido, moverse para dar opción de pase, y tiene gran poder de fuego, clave para estar hoy donde está.

Pero en fútbol nunca está dicha la última palabra y todo puede pasar. Tal vez la gente del equipo de Núñez está mirando con mayor recelo el accionar del equipo granate porque es el que está más cerca y el que viene más entonado.

Los equipos de Avellaneda podrían prenderse si es que se suben a la regularidad en lo que hace a buenos resultados, y lo mismo acontecería con Boca Juniors, que supo rebelarse a tiempo en Mendoza donde dio vuelta el resultado ante el Tomba, el domingo último. Pero River está sólido. Destila buena intención de juego que realiza con convencimiento. Desde que asumió Gallardo, este River siempre transmitió mucha seguridad y convicciones en sus recursos y posibilidades. Esto lo ha llevado a no desesperarse en ninguna circunstancia, ni aun cuando estuvo en desventaja, como ocurrió ante Boca y ante Libertad, por ejemplo.

El invicto, el liderazgo en el campeonato, la idea y ese estilo que enamora a los hinchas millonarios, lo avalan.

Pero a siete fechas del final tampoco nadie le puede quitar la posibilidad de soñar a Lanús, a Independiente, a Racing Club y Boca Juniors, nada menos.