Aulas en el Norte, con solidaridad platense

A pulmón, sumando manos solidarias, los padrinos de escuelas rurales de Ensenada y La Plata se propusieron convertir cuatro pilares de madera y un techo precario, que hacían las veces de escuela para los chicos de una comunidad guaraní de Misiones, en una construcción de material “pequeña pero digna”. Y días atrás la inauguraron.

“Ver la reacción de los chicos al ponerse por primera vez un guardapolvo, al izar por primera vez la bandera argentina junto con la wiphala de los pueblos originarios, verlos sentados en pupitres, frente a un pizarrón, fue muy emotivo”, cuenta Lorena Gómez, coordinadora de la asociación “Presente, padrinos de escuelas rurales” de la vecina ciudad.

“Llegamos a las comunidades guaraníes hace dos años y conocimos una realidad muy cruel que nos sacudió por completo. Vimos y sentimos el abandono que sufren día a día, lo que incluye, entre cuestiones tan básicas como alimentación, agua, salud, hasta tener una escuela digna”, recuerda Lorena.

Fue entonces “cuando nos comprometimos a construirles esa escuela digna donde pudiesen estudiar”, comenta. Y con la satisfacción de haber dado “ese paso” hoy dice que “costó mucho esfuerzo, pero todos unidos lo logramos”, para agradecer a todas aquellas manos solidarias que se acercaron.

“Ver sus caritas, sus manitos acariciando el guardapolvo, la bandera, son momentos que llevaremos en lo más profundo de nuestro corazón, y que redoblan nuestro compromiso de no abandonarlos”, realza un padrino.