De nuevo se reconvirtió, y ahora habrá que ver hasta dónde llega

Igual que en el campeonato anterior, el partido contra San Lorenzo parece que de nuevo será el despegue de Gimnasia. Y recordar que aquella recuperación le permitió al equipo albiazul llegar al tramo final como candidato a ser campeón.

Curioso, por lo menos, el recorrido de este Lobo, que nuevamente tras un comienzo de muy bajo vuelo, tanto en los resultados como en el nivel de juego desplegado, de repente logra una transformación de las características que ahora le permitieron sumar seis puntos en dos partidos que en la previa eran verdaderamente complicados.

La defensa recuperó la firmeza de los mejores tiempos, en la franja media los jugadores de buen pie ahora despliegan un juego impensado semanas atrás y la novedad parece ser el aporte goleador de Vegetti, el delantero con menos recorrido que está sumando los goles que este equipo necesitó, por ejemplo, en la temporada anterior.

Otro equipo parece este Gimnasia, que hasta los tres clásicos que jugó con Estudiantes (dos por la Copa Sudamericana y uno por el certamen regular) fue uno, y de ahí en más mostró una transformación que sorprende.

En el tercer cruce con el Pincha, el que finalizó empatado sin goles en el Estadio Ciudad de La Plata, se empezó a observar al menos otro temperamento, y ese en base al cual su entrenador pretende ganar protagonismo lo sacó a flote en el Nuevo Gasómetro, frente al último campeón de América, y anoche alimentó la esperanza con una victoria frente al equipo que empezó el torneo entre los favoritos a ser campeón.

Ahora Gimnasia tendrá que hacer escala en cancha de Tigre, donde lo esperará otra formación que después de un comienzo muy malo, que incluso le costó el puesto a su director técnico, con Gustavo Alfaro como entrenador, parece otro.

A Victoria tendrá que ir sin Omar Pouso, quien será suspendido por llegar al límite de cinco amonestaciones.