Estudiantes: gana y sube

DIEGO VERA INTENTA HACERSE DEL BALÓN PARA PROGRESAR EN ATAQUE ANTE LA MARCA DE NÉSTOR MOIRAGHI. VARIOS COMPAÑEROS ESTÁN ATENTOS

Por NICOLAS NARDINI
Enviado especial

BAHIA BLANCA.- Estudiantes aprobó la única materia que le venía siendo esquiva en lo que va del semestre. Con la ilusión en alto en Copa Argentina y Sudamericana, al equipo de Mauricio Pellegrino le faltaba saldar la cuenta pendiente de sumar de visitante y, por fin, pudo quitarse de encima esa pesada mochila en el siempre difícil Roberto Carminatti. El Pincha trabajó un partido duro, por momentos rústico y no tan bien jugado, apelando a su coraje para guapear en cada acción dividida en un campo castigado duramente por la lluvia que azotó esta ciudad en las horas previas al inicio de las acciones.

El Pincha supo golpear en los momentos justos y, en el marco de un duelo equilibrado, se metió en el bolsillo los tres puntos porque le sobró temperamento para capear el temporal cuando los dueños de casa se animaron a salir a quemar las naves.

EQUILIBRIO PURO

El primer tiempo fue equilibrado por donde se lo mire. Empezó mejor el Pincha, luego lo emparejó el dueño de casa y en el final volvió a asomar la cabeza el equipo de Pellegrino. las dimensiones del terreno de juego permitieron que el partido fuera de ida y vuelta. Con un corte y un cambio de ritmo en la mitad de la cancha, cualquiera de los dos equipos se ponía cara a cara con el arquero oponente.

El Pincha apostó al tradicional 4-4-2, con algunas modificaciones como producto de la reserva de algunos jugadores. Así, Auzqui, que habitualmente se desempeña por la derecha, lo hizo por la izquierda y Graciani intentó romper por la derecha. Ninguno de los pudo marcar la diferencia en los primeros 45 minutos, en los que las mejores ocasiones se dieron con el correcto desempeño de Prédiger, a quien se lo vio aplomado y criterioso para distribuir tras cortar y pasar en la línea medular.

Olimpo plantó un dibujo táctico osado. Perazzo no dudó en utilizar un 4-3-3, con tres hombres de punta netos que pusieron en aprietos al fondo albirrojo. A Ré le costó mucho adaptarse al juego en banda derecha y fue desdoblado en más de una ocasión, mientras que la potencia de Cuero complicó más de una vez a Presentado, a quien se lo vio un tanto desordenado como segundo zaguero central. Fue Schunke, tras un inicio un tanto dubitativo, quien se puso el fondo al hombro y consiguió imponer su voz de mando para encarrilar el juego de la defensa. Tras el desnivel, que llegó luego de un córner y una sucesión de rebotes que capitalizó muy bien Schunke para definir con un fuerte zapatazo que venció la resistencia de Nereo Champagne, el Pincha dejó venir bastante al dueño de casa. Vega estrelló un disparo en el travesaño y Sills tuvo otra chance muy clara en un descuido del fondo albirrojo.

Hasta el cierre del capítulo, los de Pellegrino retomaron el dominio de la zona media y desde allí, ejercicio otra vez el dominio del trámite. Cerutti estuvo muy activo volcado sobre las bandas y el fondo del Pincha pudo respirar mucho más tranquilo.

LO SOSTUVO A CAPA Y ESPADA

En el complemento Estudiantes salió a intentar liquidar el partido. Plantó un bloque sólido en la mitad de la cancha, donde Prédiger tuvo el mejor partido desde que llegó a Estudiantes, y salió rápido de tres cuartos de cancha en adelante, buscando marcar la diferencia ante el pesado fondo bahiense. A los 10 minutos, en una de esas búsqueda rápidas, Oliva mandó un centro con mucho veneno y Moiraghi, en un intento desesperado por rechazar, la terminó mandando contra la red de su propia área.

De allí en adelante, el Pincha se paró de contragolpe y el local, aún con sus alarmantes carencias futbolísticas, se las ingenió para llevarle peligro al arco de Agustín Silva. El DT del Pincha optó por enviar al terreno de juego a Correa, tras lo cual se recolocó Auzqui por la banda derecha y Graciani, uno de los puntos más flojos del equipo, apareció suelto, como un segundo punta.

El gran problema de Estudiantes estuvo en los descuidos en la defensa de la pelota parada. Así llegó el rápido descuento de Moiraghi y lo que asomaba para ser un plácido cierre de partido, mutó en una durísima batalla por sostener una victoria enorme. Apareció el corazón de Cerutti para correrlas todas, la prestancia de Schunke para ganar todo de arriba y el oficio de Prédiger para ser el patrón en la mitad de la cancha.

El Pincha lo luchó hasta el final y se trajo los tres puntos.

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