Entraron en una casa de San Carlos y se llevaron hasta la alcancía de una nena

“Por suerte no estaban mis hijos y mi mujer”, intentó aliviarse a sí mismo Nicolás Díaz (48), vecino de San Carlos, a quien le entraron a robar en su casa el jueves a las 17.30.

La vivienda, en 35 entre 134 y 135, quedó desocupada por poco menos de tres horas. Ese lapso les sobró a los ladrones que saltaron un tapial desde un baldío aledaño y después arrancaron una ventana, según contó la víctima.

Durante el asalto, los delincuentes “hicieron un desparramo total” y se robaron dos celulares, un televisor, un equipo de música y otros artículos domésticos.

Obsesionados por algo de plata, los ladrones no tuvieron reparos en apropiarse de la alcancía de una de las nenas de Nicolás, de 11 años. ¿Cuánto había dentro? Nadie lo sabe, pero él está convencido de que era poquísimo dinero.

La historia de esta familia de San Carlos es de esfuerzo y sacrificio. El padre se dedica a reparar máquinas de coser y hoy todavía está buscando trabajo en corte y confección, el curso que terminó el año pasado.

Los policías que están dedicados a este episodio particular reconocieron que por ahora están lejos de atrapar a los ladrones. Sin embargo, su olfato les marca que los asaltantes vivirían a pocas cuadras del lugar del hecho.

Hasta que alguno de los delincuentes caiga preso, lo último que se podrá contar del caso es la desazón de una familia que terminó saqueada. Aunque su tristeza es agridulce: “Este barrio es tranquilo y en ocho años nunca nos habían robado. Esta vez me tocó, pero por lo menos mi familia no estaba”, rescató Nicolás.