El cuerpo que perdí

Por DR. NORBERTO FURMAN
Doctor en kinesiología y fisiatría

Al ejercitar las funciones propias de los músculos, se estimula el mecanismo fisiológico de todo el cuerpo, su acción alcanza a todo el organismo y a cada uno de los aparatos y sistemas que lo componen. Desde el nacimiento, hasta la muerte, la vida humana traza una curva que comprende: 1) Desarrollo, 2) Madurez, 3) Declinación. Durante el primer período que abarca la infancia, pubertad, adolescencia, es donde más frecuentemente se practica la actividad física y se cree que a determinada edad ya no se pueden lograr beneficios gimnásticos o recuperar el cuerpo que una vez tuvo.

¿Cuánto tiempo se precisa para tomar conciencia de un físico descuidado?

A determinada edad se engorda por kilos y se baja por gramos, los músculos pierden elastina, el deterioro es inexorable y ello va haciendo mella en el aspecto y la imagen. Los hombros oblicuos y caídos, la espalda redondeada, el busto y la cola caídos, y la falta de dinamismo, conducen a un ocaso que comienza en el espejo y termina con la resignación.

Primero hay que tratar los dolores de columna que indefectiblemente surgen del sedentarismo, luego luchar con la mala postura

Las excusas de: “la gimnasia ya no es para mí”, o “pero yo me muevo todo el día “, o “llego rendida a la noche, como voy a tener tiempo”, no son valederas para el abandono.

El notar el deterioro físico en alguna amiga de la misma edad o ver alguna silueta sugestiva en alguna revista o propaganda televisiva, impulsa en ocasiones a esbozar algún ejercicio en casa, pero esto es de poca duración, no se tiene el incentivo de compañeras de gimnasia o el asesoramiento de personas de capacidad al lado.

Los tiempos cambian, el ambiente que nos rodea no es el mismo de antes. Existen actualmente medios y métodos modernos. Si se comprende que siempre se está a tiempo, también se entenderá que nada se consigue sin sacrificio.

Primero hay que tratar los dolores de columna que indefectiblemente surgen del sedentarismo, luego luchar con la mala postura. Hay que cambiar las chancletas por las zapatillas.

La figura que uno anhela y que considera perdida, se puede recuperar y con ella reconquistar la admiración del marido y la autoestima.

Pero de nada valen los consejos sin las ganas. En la época actual estar y sentirse bien ha dejado de constituir un ideal inalcanzable, para convertirse en una realidad que está al alcance de cualquier mujer.

EL DOMINGO QUE VIENE:
Ruptura del tendón de Aquiles

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