La oposición: “Desunidos y desorganizados”

Por IRENE BIANCHI

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- Chicas, si alguna vez se nos ocurre la peregrina idea de armar un partido político, no le pongamos “Alianza”, “Unen”, “Acuerdo Magoya”, o “Nosotros que nos queremos tanto”, porque está visto que esos nombres son yeta. Logran justo lo contrario que pregonan.

- ¡Claro! Es mejor ponerle de entrada “Bolsa de gatos”, “Aquelarre”, “Peor es nada”, “Conmigo o sinmigo”, “Es lo que hay”, “Cambalache”, “La Biblia y el calefón”, para no defraudar a los seguidores. El que avisa no traiciona.

- Ojo con la Carrió que prendió el ventilador y no va a quedar títere con cabeza.

- Sí, pero parece Penélope. Teje y desteje. Arma y desarma. Se junta y se va.

- ¿No será una estrategia? A Lilita la tildan de petardista y denunciadora serial, pero el tiempo demostró que muchas veces tenía razón y no bolaceaba. ¡Ojo!

- Por cómo se manejan, me parece que la oposición le hace el caldo gordo al oficialismo. Deben estar chochos en la Rosada. Laburan para ellos los contras.

- Sí, la verdad que me quedo con la pelea entre Moria y Galerita. Lo de los políticos me da vergüencita. Se disputan el cartel como vedetongas de cuarta.

- ¿Vieron que se casó la Kloosterboer? Como es vegana, adivinen qué comieron los invitados a la fiesta.

- No sé. Pasto, alfalfa, yuyos, cardos …

- ¡No! Hamburguesas de arroz yamaní, espinaca orgánica, calabaza grillada, scons de hummus, strudel de vegetales marinados acompañado de ensalada de brotes orgánicos y una emulsión de zanahorias …

- ¿Me estás jodiendo?! ¿Y qué culpa tienen los pobres invitados?

- Seré curiosa: ¿a nadie se le ocurrió poner un puesto de choripan a la entrada? Se hubiera llenado de guita. El olorcito nomás le vaciaba la fiesta.

- ¿Y alcohol había? ¿O los arreglaron con un juguito de naranja exprimido?

- Vos disculpáme, pero me parecen todos unos snobs. Se ha puesto de moda ser vegano y/o vegetariano. Seguro que de noche, cuando nadie los ve, se morfan un churrasco bien jugoso, acogotan una gallina, o pelan un chancho sin remordimientos de ninguna especie.

- Se vuelven bastante fundamentalistas, es cierto. Tampoco usan cosas de cuero.

- Sí, claro, pero usan “cuero ecológico”, que es cuerina o plástico, material contaminante si los hay. Además, los cosméticos que se pone la Klooster para maquillarse, están testeados en animales. Así que, no me rompas los coquitos, please. Puras huevadas para la gilada.

- No, huevos tampoco comen.

- Por otra parte, si es tan piadosa con los animales, que sea igualmente piadosa con los bípedos, nosotros, y abandone la actuación. Es de madera esa piba.

- ¡Pero es tan linda! ¡Y ese pelazo! ¿Qué importa si actúa mal?

- Lo cierto es que de ahora en más, en las tarjetas de invitación a un evento, más vale que aclaren si hay que ir comido o no. O llevarse un tupper con la viandita,

- Che, ¿festejaron el Día Mundial del Retrete?

- Sí, sentada en el trono. Es una broma, ¿no?

- ¡No! ¡En serio! Y curiosamente, esa misma fecha se festeja el Día del Hombre.

- No es casualidad. Los tipos se adueñan del inodoro. Toman el baño como salón de lectura. ¡Horas se quedan! Además de mojar la tabla indefectiblemente.

- ¡Que hagan pis de sentados, che! No son menos machos por eso.

- Recuerden, chicas. Ya lo dijo Sócrates y lo confirmó Platón: la última gota siempre va a parar al pantalón. ¡Chin, chin!