Los errores siguen condenando a Gimnasia, que no reacciona
| 23 de Noviembre de 2014 | 00:00
COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO
Con poco -casi nada- de juego, con una tibieza ofensiva -agravada por lo primero- llamativa y, de pronto, con falencias defensivas muy marcadas, hicieron que Gimnasia transitara el primer tiempo en el Ciudad de Lanús con muchísimos problemas.
Que se pudieron haber agravado aún más si el rival, luego del gol, hubiera estado más fino para sacar provecho de las múltiples llegadas que generó, muchas de ellas potenciadas por las fragilidades que mostró el fondo del Lobo.
El partido, hasta los 20’ del primer tiempo fue un gran bostezo. Peleado en el medio, sin llegadas, con un Lanús, que debía proponer más por su situación en la tabla, atado e impreciso, y con un Gimnasia que volvió a mostrar sus carencias para generar juego y, por ese motivo, apenas si remató dos veces al arco del capitán Agustín Marchesín. Pero, dentro de ese panorama, Gimnasia afrontó el partido sin miedo, salió a jugar de igual a igual pero luego Lanús lo fue llevando contra su arco. Existió un tiro de Mendoza que pegó en un defensor y se fue al córner, y otro de Meza, fácil para la contención del Nº 1 granate; muy poco.
En cambio, en su primera llegada a fondo, Lanús anotó. Romero se filtró por derecha y buscó definir por sobre el golero Monetti que salió a taparle el remate. Barsottini, de cabeza, desvió el balón hacia la derecha, allí estaba Benítez que, con otro cabezazo, metió la pelota al medio del área en donde el Chino Romero, con un zurdazo alto y al medio, sacó la red del arco mens sana. Después sí el partido pasó a ser dominado por el dueño de casa a favor de la notoria declinación albiazul en la contención en el medio, en donde las declinaciones de Rojas y el uruguayo Fernández resultaron notorias. Y así estuvo merodeando la segunda conquista, como que con remates largos siempre inquietó al Mono Monetti.
En el complemento, Troglio intentó, sin introducir modificaciones en la alineación, darle otra impronta a su equipo, pero quedó a mitad de camino, ya que la lucha siguió siendo pareja a partir de que Lanús se hizo más conservador.
Mejoró en algo la visita pero a la hora redefinir volvió a chocar con sus conocidas limitaciones. Y el local, de contra, como ocurrió a los 12’, casi llega al segundo gol, pero Monetti fue bien abajo para cortar una entrada profunda de Pasquini por izquierda.
Otra vez se desinfló el Lobo, que no mejoró ni con los ingresos de Nacho Fernández y Cardozo, con las modificaciones tácticas que ello generó, y Lanús, aún con algunos desplazamientos lentos, siempre estuvo más cerca del gol. Hubo un cabezazo de Braghieri que se fue por arriba del travesaño; un remate bajo de González que atajó Monetti, contra nada del Lobo. Hasta que el paraguayo Ayala recibió una justa entrega de cara al arco y, sin dudar, despidió un remate potente al palo izquierdo que Monetti no pudo atrapar y la pelota fue a descansar en la red: 2-0 y partido liquidado. Fue muy tibio lo del equipo de Troglio, que tuvo más la pelota pero nunca se animó a ir por todo.
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