El Millonario hizo lo suyo ante Banfield y estiró la definición

River se impuso ayer a Banfield 3-2 con un hombre menos en el Monumental y aunque se mantiene como escolta del líder Racing, tendrá la posibilidad de pelear por el título hasta la última fecha.

Dos goles de Fernando Cavenaghi y uno del uruguayo Carlos Sánchez le dieron el triunfo al equipo que dirige Marcelo Gallardo, mientras que Nicolás Bertolo y el paraguayo Santiago Salcedo hicieron los de Banfield.

River jugó en inferioridad numérica desde los 16’del segundo tiempo porque Osmar Ferreyra fue expulsado por doble amonestación. El primer período fue discreto. Aunque River intentó ser protagonista desde el comienzo, no abundaron las aproximaciones, ya que chocaba siempre contra la firme defensa del Taladro y parecía influido por el desarrollo del partido que Racing estaba afrontando en Rosario.

Banfield, a su vez, esperaba los momentos propicios para atacar, y generó la primera situación de peligro a los 5’, cuando una buena combinación por la derecha entre Nahuel Yeri y Gustavo Toledo dio lugar a un remate de cabeza de Salcedo, apenas desviado. Pronto contestó River con una buen pase de Sebastián Driussi para el colombiano Teófilo Gutiérrez, quien disparó dentro del área forzando una buena tapada de Gaspar Servio. Sin embargo, poco a poco Banfield iba ganando el mediocampo con la conjunción de Nicolás Domingo y Walter Erviti, y hacia el cierre de la etapa logró abrir el marcador.

A los 42, Bertolo recibió por izquierda, hizo una diagonal hacia el centro dejando en el camino a Gabriel Mercado y Ezequiel Cirigliano, y con un preciso remate colocó la pelota en el ángulo superior izquierdo. Pero desde el comienzo del segundo capítulo Gallardo acertó con los relevos y los ingresos de Sánchez y Cavenaghi cambiaron la imagen del local.

Si bien Banfield pudo haber ampliado la ventaja en un mano a mano que Salcedo malogró ante Marcelo Barovero, en la réplica Cavenaghi recibió a 30 metros del arco del adversario, le dieron tiempo para que se acomodara y sacó un tiro esquinado que a los 8’ se coló por debajo del cuerpo de Servio.

Tres minutos más tarde, Augusto Solari se escapó por la derecha y habilitó a Sánchez con un buen centro al segundo palo, donde se elevó el charrúa para marcar el 2-1 con un cabezazo cruzado.

Ferreyra no tardó en ver la tarjeta roja por una falta innecesaria, una reincidencia, y del tiro libre resultante llegó una infracción de Solari a Bertolo dentro del área que Darío Herrera no dudó en cobrar y Salcedo transformó en gol desde los 12 pasos.

Pese a que estaba en malas condiciones, el local siguió intentando, y Solari se redimió metiéndose al área a los 27, con pelota dominada, para que Nicolás Bianchi Arce lo derribara grotescamente.

Cavenaghi ejecutó la pena máxima y la cambió por su gol número 101 en el profesionalismo, dándole vida a River en el campeonato.

En el final Barovero volvió a probarse el traje de héroe, ya que en tres ocasiones ahogó los gritos del visitante y de esa manera dio lugar a otro festejo que será largamente recordado en el Monumental.