Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
ELDIA |INFORMACION GENERAL

La relación entre médicos y pacientes, en un momento crítico

Todos coinciden en que es un vínculo que se ha transformado con los años. Y que hoy está atravesado por la desconfianza y el deterioro de las condiciones en las que se ejerce la profesión

7 de Diciembre de 2014 | 00:00
Edición impresa
La relación entre médicos y pacientes, en un momento crítico

“Ezio, mi padre, estaba postrado en la cama doblegado por la fiebre e intensos dolores abdominales. En el único teléfono disponible en el barrio se logró ubicar al médico de cabecera quien, luego de sus consultas diarias, vendría a ver al viejo tano sufrido. Mi madre llorando por los rincones y yo preocupado porque me parecía una escena irreal que esto le estuviera pasando a ese hombre que no había sido doblegado ni aun en el guerra. De pronto, ingresa el doctor Horacio Molteni solo con su maletín y su sonrisa impar. Lo revisa exhaustivamente y luego de hablarles a mis padres indica una simple prescripción y ningún estudio complementario. Al día siguiente vendría a controlarlo. Se va. Mi padre sonreía aún dolorido pero contenido. Horas después se encontraba francamente mejor y el doctor Molteni se llevó, luego de la visita, una bandeja de un típico postre italiano preparado esa noche por mi madre”.

La historia que cuenta el médico platense Amadeo Esposto corresponde a una escena frecuente hasta hace pocas décadas, pero que ya quedó casi definitivamente atrás. De la mano de los avances tecnológicos, del deterioro económico y de las condiciones de trabajo en las que se ejerce hoy la medicina y de una violencia social que cada vez con más frecuencia estalla en ámbitos de la salud, la figura del médico cambia y también lo hace el vínculo que mantiene con los pacientes.

Para muchos, este panorama dibuja un momento crítico en la deteriorada relación entre médicos y atendidos y el alto número de casos de juicios de mala praxis que preocupa a las entidades que nuclean a los profesionales da cuenta de esta situación: según la Asociación Civil de Actividades Médicas (Acami), cada año ingresan en los juzgados alrededor de 1.500 demandas, por presunta mala praxis, en todo el país; el 60% se concentra en Capital y en Gran Buenos Aires. Desde esos ámbitos se estima que uno de cada 5 médicos argentinos sufro una demanda de este tipo en algún momento de su carrera.

Con todo, muchos ven en este estado de cosas una oportunidad. Descreen de que aquella medicina de los médicos de familia sea necesariamente mejor que la actual. Y entienden que en el vínculo entre médicos y pacientes vive un momento de transición en el que el principal desafío consiste en encontrar un equilibrio que integre las ventajas de la tecnología con las de la práctica humanista, mejorando el vínculo entre los galenos y sus pacientes.

Durante la última semana se celebró el Dia del Médico y los nuevos paradigmas de la profesión y los principales problemas que atraviesa su ejercicio se colocaron en el centro del debate,

CULPAS COMPARTIDAS

Para Jorge Martinez, que fue decano de la Facultad de Ciencias Médicas hasta abril de este año, “la relación entre médico y paciente está actualmente alterada y en esto hay culpas compartidas. El médico ya no es aquella persona en que la familia confiaba plenamente”.

De parte del médico, Martínez identifica un deterioro de las condiciones en que debe desempeñarse.

“Los médicos trabajan urgidos, con poco tiempo, porque tienen que ver a una determinada cantidad de pacientes para poder vivir de su trabajo”, explica el profesional platense

“La relación entre médico y paciente está actualmente alterada y en esto hay culpas compartidas“
Jorge Martínez
Ex decano de Medicina

Los pacientes, por su parte se sienten más informados, sobre todo a través de Internet, pero no siempre la información con la que cuentan es la mejor, abunda Martínez.

A esto se suma el crecimiento de la actitud defensiva de los médicos, ante el temor a las demandas.

Como resultado, “el paciente se siente incómodo, el médico se siente amenazado y el vínculo se altera”.

La lupa de los más nostálgicos vuelve entonces a otro momento de la medicina, en el que el médico de familia ocupaba un lugar central y las condiciones de trabajo eran otras.

Pero de eso queda muy poco. De hecho, en la Región son cada vez más raros los casos de médicos que van a domicilio, una figura que prácticamente desapareció de la escena y sólo es mantenida por unos pocos profesionales.

La visita a domicilio se hizo infrecuente porque hoy no es económicamente sostenible, dicen los pocos médicos que la practican contra viento y marea y lo hacen con la intención de conectar con una medicina más humanista centrada en la familiaridad con el paciente.

Pero los números de esa práctica no cierran cuando el valor de la consulta establecido por la obra médica provincial es de apenas 91 pesos que se convierten en 70 de bolsillo.

Por el tiempo que lleva la consulta, por el gasto que representa el mantenimiento del propio auto para hacer las visitas, este modelo, que es el que representa la mayor cercanía y confianza entre médico y paciente se fue perdiendo.

Ese espacio lo fueron ganando los servicios de emergencia, mientras la consulta habitual se trasladó a hospitales y clínicas a medida que ganaba protagonismo la tecnología.

Esa tecnología, cara, pero indispensable para la medicina de hoy, tanto como los medicamentos, hizo que el salario médico se transforme en la variable de ajuste del sistema sanitario, tanto en el ámbito público como el privado.

Para los nuevos médicos ganó peso el factor tiempo. Y se empezó a hacer necesario atender a determinada cantidad de pacientes para poder acceder a una retribución digna.

“La pauperización de la actividad médica es una realidad. La variable de ajuste ha sido el honorario médico: tanto en los salarios estatales realmente lamentables como en las magras remuneraciones a través de las obras sociales en la actividad privada. Esto ha obligado al profesional a dividir su tiempo en actividades múltiples o viviendo de otros ingresos no vinculados a su profesión alejándolo del paciente”, explica para graficar esta situación Amadeo Esposto.

Otros factores económicos también pesan para hacer que la vieja Medicina cercana al paciente, contenedora y de corte humanista, pierda terreno, al alentar una cada vez mayor especialización,

“La figura del médico de cabecera se pierde también porque la de médico generalista es una especialidad crítica que demanda mucho más tiempo y esfuerzo de formación. Hoy los nuevos profesionales eligen otras especialidades menos exigentes en el plano formativo y que aseguran una mejor retribución”, dice Martínez.


Notas relacionadas

La “medicalización” de la gente común

¿Toda medicina pasada fue mejor?

Sufrieron agresiones el 60% de los profesionales


Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla