Francia: Hollande designó nuevo primer ministro tras revés electoral

MANUEL VALLS, EL NUEVO PREMIER FRANCÉS

PARÍS.- El presidente francés François Hollande cambió ayer de primer ministro tras la debacle socialista en las elecciones municipales y confió el cargo a Manuel Valls, popular por su firmeza frente a la delincuencia pero criticado por muchos sectores de la izquierda.

Valls, de 51 años, nacido en Barcelona (España), era ministro del Interior en el gobierno del primer ministro saliente, Jean-Marc Ayrault, quien estaba en funciones desde la llegada de Hollande al poder en mayo de 2012. “He confiado a Manuel Valls la misión de dirigir el gobierno de Francia” con un equipo “compacto, coherente y unido. Un gobierno de combate”, anunció Hollande en un discurso televisado. “Escuché el mensaje. Es claro”, afirmó el mandatario respecto de la derrota electoral del domingo, que ha dado alas a la oposición de derecha y a la ultraderecha. “Hay demasiada desocupación, la justicia social es insuficiente y hay demasiados impuestos”, sintetizó el mandatario, que bate récords de impopularidad.

LA ÚLTIMA CARTA SOCIALISTA

Valls, en cambio, es una de las pocas figuras del Partido Socialista que se mantiene en lo alto de los sondeos, aunque sus posturas le han valido críticas dentro de la izquierda. Ahora se convertirá en la última carta de los socialistas para no perder el poder en las elecciones presidenciales y legislativas de 2017.

El nuevo premier, hijo de Xavier Valls (quien era un reconocido pintor catalán), se naturalizó francés a los 20 años, después de la elección del presidente socialista François Mitterrand (1981-95).

A menudo se proclamó “orgulloso” de “estar al servicio de Francia”, sin dejar por eso de asumir su origen español. Tuvo una carrera política sin fallas -alcalde de Evry (suburbio de París) en 2001, diputado en 2002, ministro del Interior en 2007- y se construyó en torno a un credo: la seguridad. En 2001, atribuyó la derrota de Lionel Jospin en la elección presidencial precisamente a su negativa a abordar ese “tema tabú” para la izquierda.

En las elecciones del domingo, los socialistas perdieron al menos 155 ciudades de más de 9.000 habitantes, algunas de ellas bajo administración de izquierda desde hacía más de un siglo. Con esto, la derecha le arrebató a la izquierda el estatuto de primer poder local. El PS logró no obstante mantener Lille (norte), Estrasburgo, Lyon (este), Nantes (oeste) y sobre todo París, gracias a la también franco española Anne Hidalgo, que será la primera mujer en dirigir la Ciudad Luz.

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