Miedo y destrucción golpean al pintoresco puerto de Valparaíso

UNA PAREJA BUSCA PERTENENCIAS ENTRE LOS ESCOMBROS DE LO QUE FUE SU CASA, DESTRUIDA POR EL FUEGO EN VALPARAÍSO

VALPARAÍSO.- “¡El infierno pasó por Valparaíso!”, exclamó la chilena Mónica Vergara sentada en la puerta de su casa, reducida a escombros por el enorme incendio que entre el sábado y ayer devoró unas 1.000 viviendas y provocó la muerte de al menos 11 personas en Chile.

Una densa capa de humo y una lluvia de cenizas cayeron sobre el pintoresco puerto de Valparaíso, un día después del inicio del enorme incendio que dejó miedo y destrucción entre miles de personas que volvieron a sus casas para comprobar que lo habían perdido todo.

El retorno no fue fácil. Tras pasar la noche en albergues o en carpas, los damnificados tuvieron que trepar por las empinadas callejuelas de los cerros que sufrieron el incendio.

El cerro Mariposa y el cerro La Cruz, dos de los más pobres de Valparaíso, fueron también de los más afectados por las llamas. En la mañana de ayer, aún trabajaban equipos de bomberos junto a la policía y militares para resguardar la seguridad y la evacuación de las personas.

“El fuego bajó de los cerros, se metió por en medio de las casas en cuestión de segundos, fue terrible. Hubo explosiones toda la noche, garrafas de gas y quién sabe qué, tuvimos mucho miedo”, declaró Claudia Valladares, pobladora del cerro Mariposas, cuya casa tuvo daños menores.

En el cerro La Cruz, cientos de personas lloraban desconsoladamente a las puertas de sus domicilios destruidos. Circundado por pastizales y quebradas de por lo menos 50 metros, del cerro colgaban los restos de decenas de viviendas, que despedían un fuerte olor a madera quemada y en las que familias enteras intentaban rescatar algunas pertenencias.

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