Alfredo Garatti

Un inmenso dolor provocó el fallecimiento de Alfredo Garatti, piloto civil de reconocida carrera tanto en el ámbito oficial como en el particular, y de sobresaliente labor, asimismo, como personal de apoyo logístico, en la Guerra de Malvinas. Tenía 68 años.

Alfredo Horacio Garatti había nacido el 20 de agosto de 1945. Hijo del médico cirujano Alfredo Garatti y de Blanca Marini, creció junto a su hermana, María Susana.

Luego de egresar del colegio industrial Albert Thomas de La Plata y de culminar sus estudios en la Escuela de Aviación Civil de la capital federal, ingresó como piloto en la dirección de Aeronáutica de la provincia de Buenos Aires. Durante casi veinte años comandó aviones y helicópteros de la Gobernación, y entre todos los servicios que prestó los vuelos sanitarios que trasladaban niños o adultos a los centros asistenciales de nuestra ciudad fueron los que le causaban la mayor satisfacción. Tal fue su entrega hacia la salud del prójimo que gracias a sus gestiones el Hospital San Martín cuenta hoy con helipuerto propio.

Como civil tuvo una destacada actuación en los conflictos territoriales del país. En los tiempos del litigio limítrofe de la Argentina con Chile, participó en vuelos de relevamiento de movimientos de tropas y equipos sobre la Cordillera de los Andes, y 1982, durante la contienda bélica por las Islas Malvinas, fue convocado por la Fuerza Aérea Argentina, con el grado de alférez, para cubrir vuelos de observación de las tropas británicas, tarea de alto riesgo que le significaba adentrarse hasta 500 millas en el Mar Argentino.

Por su desempeño en la guerra fue condecorado con la medalla de honor del Congreso de la Nación Argentina y obtuvo, además, una mención de honor del gobierno bonaerense. En 2012 recibió una distinción de la “Comisión Permanente de Homenaje a la Gesta del Atlántico Sur”.

El Escuadrón Fénix de Veteranos de Guerra, conformado por personal no militar, lamentó profundamente la muerte de Garatti, pues sus integrantes conocieron, aún en los momentos más difíciles que le tocó vivir, el carácter jovial, la generosidad y el don de gentes de quien fuera uno de sus comandantes.

Debido a su excelencia profesional, fue requerido por el sector privado y como parte de esa trayectoria fue comandante de numerosos servicios - tanto de aviones como de helicópteros - de grandes empresas nacionales.

Garatti supo establecer un excelente vínculo con las generaciones más jóvenes, que escucharon, con respeto y admiración, sus acertados consejos, y lo tuvieron como un referente en materia de aviación.

Casado con María Angela Vázquez, tuvo tres hijas: Eugenia, Laura y Valentina, y dos nietos: Stefano y Adriano. La familia, a la que dedicó toda su atención, fue un pilar fundamental en su vida.

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