Entusiasmo por hallazgo de planeta habitable

Astrónomos de la Nasa anunciaron ayer el descubrimiento del planeta más parecido a la Tierra detectado hasta ahora, un mundo rocoso similar en tamaño al nuestro que existe en la zona “Goldilocks”, y que no es demasiado caliente ni demasiado frío para la vida como la conocemos.

El descubrimiento emocionó a los científicos, que han estado explorando la galaxia Vía Láctea durante años en busca de potenciales lugares habitables fuera de nuestro sistema solar.

“Este es el mejor caso de un planeta habitable encontrado hasta ahora. Los resultados son absolutamente roca sólida”, dijo el astrónomo Geoff Marcy, de la Universidad de California, campus Berkeley.

El planeta fue detectado por el telescopio orbital Kepler de la Nasa, el cual examina los cielos en busca de cambios sutiles en brillantez que indiquen un planeta en órbita que esté cruzando frente a una estrella. De esos cambios, los científicos pueden calcular el tamaño de un planeta y realizar ciertas inferencias sobre su estructura.

El objeto recién descubierto, llamado Kepler-186f, se mueve alrededor de una estrella roja enana ubicada a 500 años luz de la Tierra, en la constelación de Cygnus.

El planeta es alrededor de un 10% más grande que la Tierra, y bien podría tener en la superficie agua en forma líquida, un ingrediente básico para la vida, dijeron los científicos. Esto se debe a que reside en el margen exterior de la zona de temperatura habitable alrededor de la estrella, el mejor punto en el cual pueden existir lagos, ríos u océanos sin congelarse ni evaporarse.

El planeta probablemente tiene un resplandor anaranjado-rojizo que le da su estrella, y lo más probable es que sea más frío que la Tierra, con una temperatura promedio ligeramente superior al punto de congelación, “similar al anochecer o amanecer en un día de primavera”, señaló Marcy.

El planeta, que orbita la estrella enana Kepler-186 y al cual se le ha denominado Kepler-186f por el telescopio espacial que primero validó su existencia, fue analizado por el telescopio Géminis Norte, de ocho metros, y su vecino, el telescopio Keck II de diez metros, ambos en Mauna Kea, Hawai.

“Es extremadamente difícil detectar y confirmar estos planetas del tamaño de la Tierra, y ahora que hemos encontrado uno queremos encontrar más”, dijo Elisa Quintana, científica investigadora del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).

“Las observaciones de Keck y de Géminis combinadas con otros datos y cálculos numéricos nos permiten confiar en un 99,98 por ciento en que Kepler-186f es real”, indicó Thomas Barcklay, del Instituto de Investigación Ambiental del área de la Bahía de Ames.

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