Cantero renunció en medio de una profunda e inédita crisis

Javier Cantero renunció ayer como presidente de Independiente, en medio de una crisis económica que se agudiza día a día, al compás del mal momento deportivo del equipo, cada vez más lejos de las plazas para devolverlo a la primera división.

El vicepresidente Claudio Keblaitis quedará a cargo del club, aunque seguramente con la compañía de la oposición moyanista, y se llamaría a elecciones en julio próximo.

Entre tantas presiones y sin nunca haber podido manejar el timón del club con facilidad, Cantero decidió dar un paso al costado.

Cantero asumió la presidencia de Independiente en el 2010, en reemplazo de Julio Comparada, y en su mandato se enfrentó con la barra brava, particularmente con Pablo Alvarez, `Bebote`, jefe de los violentos de la parcialidad del Rojo.

Todos estos inconvenientes, sumados a que en junio de 2013 el equipo, dirigido por entonces por Miguel Angel Brindisi, descendió por primera vez en su historia a la B Nacional, determinaron que Cantero decidiera finalmente dar un paso al costado.

Durante su gestión, pasaron como entrenadores Ramón Díaz, Cristian Díaz, el `Tolo` Américo Rubén Gallego y Brindisi, con quien el equipo se fue al descenso.

Luego ese lugar lo ocupó Omar De Felippe, quien encontró buenos resultados en el primer momento, pero actualmente el equipo está fuera de la zona de ascenso y su vuelta a Primera División parece cada vez más complicada.

UN PASIVO INEDITO

La intención de los oficialistas y opositores es evitar la intervención del club, que tiene un pasivo inédito de 400 millones de pesos.

La oscilación de la marcha del club y del propio Cantero puso en duda la dimisión aunque con el correr de la tarde de ayer, se confirmó que el dirigente, de 56 años, daba un paso al costado para liberar la cancha a un acuerdo con la opositora Agrupación Independiente (AI) por el cual ese sector se sumará a la administración del fútbol a cambio de ingreso de dinero para asegurar el pago de cinco meses de sueldos a los futbolistas.

Se esperaba que Cantero realice su última gestión firmando ese acuerdo con AI, la agrupación que tiene al jefe sindical Hugo Moyano como principal referente, y a quien el dimitente se enfrentó en sus comienzos de gestión, pero no pudo ser posible.

El titular del club había dejado plantado a la oposición en AFA reclamando cambios en dos puntos del acuerdo que había redactado Miguel Silva, secretario general de la sede de Viamonte.

Cantero terminó de desmoronarse cuando el entrenador Omar De Felippe salió a exigir unión porque el club era “un quilombo”, tras el empate frente al débil Almirante Brown.

Con la caída 3-1 ante Crucero del Norte reverdeció la bronca. Sin diálogo con el plantel, Cantero tenía en De Felippe uno de los pocos canales de diálogo.