Luces amarillas sobre la situación social

El deterioro de la situación social en amplias franjas de la población se convirtió en las últimas semanas en un tema candente, en especial luego de que se conociera sendos informes de la Universidad Católica Argentina aseguraba que un 27,5 por ciento de la población vive por debajo del índice de pobreza.

El dato fue duramente cuestionado por el Gobierno, que sin embargo no pudo exhibir datos oficiales, dado que el Indec dejó de publicar, este resultado a la espera de adecuarlo a la nueva metodología del Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNU)

De todas formas, un nuevo trabajo, esta vez elaborado por Cifra, el instituto de estudios de la CTA oficial que conduce Hugo Yasky, volvió a generar alarma, sobre todo por provenir de un sector muy cercano a la política laboral que impulsa el Gobierno.

LO QUE DICE EL INFORME

En un adelanto de su Informe de Coyuntura Nº 16 dado a conocer en la semana, el Centro de Información y Formación de la República Argentina (Cifra) de Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se destaca que “la elevada generación de puestos de trabajo, la reactivación de las paritarias y de los salarios reales, los aumentos en los haberes jubilatorios y las políticas expansivas de ingreso tuvieron como consecuencia importantes mejoras en las condiciones de vida de la población durante la última década”. En ese sentido, destaca que una forma de evaluar esto es a partir de los niveles de pobreza e indigencia y señala que la evolución de la tasa de pobreza muestra una fuerte y sistemática tendencia decreciente en los últimos diez años.

Así el informe destaca que se pasó de afectar al 49,7% de las personas en 2003 al 27,2% en 2007, y en 2013 descendió nuevamente al 17,8% de la población, 1 punto porcentual inferior al registro de 2012 de 18,8% (Ver gráfico). De todas maneras, estos datos claramente su ubican muy por encima de los dados por el Indec, que ubican tanto los niveles de pobreza y de indigencia muy por debajo de los dos dígitos.

El informe también destaca que la proporción de personas cuyos ingresos no alcanzaron para adquirir la Canasta Alimentaria Básica era el 22,8% en 2003 y pasó a ser del 8,4% en 2007. A su vez, la reducción de la tasa de indigencia ha sido muy importante a partir de 2008, alcanzando el 4,2% de la población en 2013. Se trata de una reducción de 0,3 puntos porcentuales respecto al año anterior (4,5%), siempre según los datos de Cifra.

deterioro en 2013

Por otra parte, para Cifra resulta interesante observar también la evolución de las tasas de pobreza e indigencia en términos trimestrales, para identificar el impacto que tuvo la aceleración del nivel de precios en los últimos meses de 2013 sobre sus niveles. La tasa de pobreza tuvo un crecimiento en el segundo semestre del año. En el último trimestre de 2013 alcanzó el 18,2%, cuando en el primero y el segundo trimestre fluctuó en torno a los 17,4 a 17,6%. De todos modos, si se compara con el mismo trimestre del año anterior (18,5%), el nivel de pobreza experimentó una leve reducción (0,3 puntos), siempre según Cifra. Por su parte, la tasa de indigencia se mantuvo en el orden del 4,4% de la población en el último trimestre de 2013, lo que manifiesta una elevación respecto a los primeros trimestre del año y, en este caso, un incremento también respecto al mismo período de 2012 (3,9%).

Así, en el último trimestre de 2013 la pobreza alcanzó aproximadamente a 7.681 millones de personas, en tanto que la población indigente fue de 1.815 millones. El informe también concluye que probablemente la aceleración de los precios tras la devaluación de enero de 2014 provoque un incremento en las tasas de pobreza e indigencia.

Y en ese sentido, el trabajo reclamó una modificación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) como uno de los posibles mecanismos para atenuar el impacto de la suba de precios en los sectores más humildes, adecuación que fue anunciada esta semana por el gobierno nacional con ajustes que alcanzaron al 40% en este rubro y al 20% en las asignaciones familiares, lo que beneficia a un total de 3,5 millones de niños y a 2 millones de hogares.