En la cancha, Messi y los buitre

El Mundial parecía llamado a opacar cualquier otro tema. Sin embargo, en medio de los desacuerdos entre Messi y Sabella, fueron los fondos buitre y la justicia norteamericana los que ocuparon esta semana el centro de la escena. Parecía que nada iba a importar más que el fútbol. Pero con todas sus complejidades técnicas y sus intrincados vericuetos jurídicos, el tema de la deuda impaga se convirtió en el centro de la información. Es que no hicieron falta demasiadas explicaciones para que todo el mundo entendiera que en este tema se juega el futuro de la economía. Y que más allá de que parezca lejano, afectará -tarde o temprano- el bolsillo de cada familia.

Otra vez en la Argentina se vuelve a hablar del default, del riesgo país y de la incertidumbre financiera. Es un diccionario conocido. Y, por supuesto, genera inquietud e interrogantes. Está claro que para resolver el problema se deberá recorrer un camino angosto y sinuoso. Habrá que confiar en la pericia y la prudencia de los conductores para que, en definitiva, se pueda llegar a una solución que no ponga a la Argentina otra vez en la cornisa.

En el fútbol, mientras tanto, Argentina también parece transitar un camino con algunas curvas imprevistas. Los dos triunfos con los que arrancó el Mundial han dejado algún sabor agridulce. Fueron trabajosos, ajustados, quizá menos lucidos de lo que se había imaginado. Frente a rivales teóricamente débiles -como Bosnia e Irán- a Argentina no le sobró nada; más vale parecería haberle faltado una cuota de solidez. Pero ganó. Y el primer objetivo está cumplido. Messi mostró que su genio siempre aparece y que, con él, la Selección se asegura una ventaja.

El Mundial ha traído otras sorpresas. Las tempranas eliminaciones de España e Inglaterra muestran que nadie tiene nada ganado de antemano.

Pero en España, como en Argentina, el Mundial tampoco fue esta semana el centro de atención. La asunción de Felipe como nuevo Rey fue, por supuesto, la gran noticia de primera plana. Es un cambio histórico, que se produce en un momento difícil para España y para su monarquía en particular. Deberá mostrar mucha pericia para reconstruir la confianza en la Corona y volver a convertirla en un factor de unidad.

Entre los fondos buitre, el Mundial y la asunción de un nuevo Rey, la semana tuvo un alto voltaje informativo. Pero siempre son las cosas cotidianas las que afectan directamente el humor de la gente. Por eso, no debería dejar de mencionarse que la Autopista -otra vez- estuvo una tarde entera bloqueada esta semana por una protesta; el miedo se contagió en una amplia zona de Gonnet tras el espeluznante asalto que sufrió en su casa un matrimonio de jubilados (con dos delincuentes muertos en el jardín de su casa) y el frío disparó los casos de gripe y de bronquiolitis y sorprendió a los platenses con térmicas bajo cero. Con todo, ayer parece haber empezado un invierno “caliente”, al menos si se toma la temperatura de la agenda noticiosa.

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