Una relación enfermiza detrás de 49 puñaladas

La abuela de la chica asesinada dijo que se veía con su ex novio a escondidas

El 27 de mayo de 1996, Fabian Tablado (20) mató a su novia Carolina Aló (17) de 113 puñaladas, porque le propuso tener un hijo y ella le dijo que no. Por aquellos años no se hablaba de femicidio, aunque lo fue. El lunes pasado, una chica de 15 años recibió 49 cuchilladas después de que salió de la escuela y volvía a su casa, en Moreno. A su ex novio, único detenido por el caso, sí le imputan “femicidio”, como agravante del homicidio también calificado por “ensañamiento y alevosía”.

Además de las edades de los protagonistas y la mecánica del asesinato, el otro punto en común es lo “enfermiza” que resultaba la relación de esta pareja a los ojos de todos, menos a los suyos.

Ella se llamaba Serena Rodríguez (15) y por su crimen está preso Lucas Arévalos (18), que en un primer momento fue presentado como su ex novio, aunque los familiares de la chica sospechan que “lo había vuelto a ver a escondidas”.

“PELEABAN TODO EL TIEMPO”

Nora Pereyra es la abuela de Serena. En declaraciones a un canal de noticias contó que su nieta “tenía una relación enfermiza” con Lucas Arévalos. “Peleaban todo el tiempo, discutían por cualquier cosa. La mayoría de las veces el problema eran los celos”, aseguró la mujer, recordando que “hace dos semanas (él) no la dejó ir a un cumpleaños de 15 porque desconfiaba de ella”.

La pareja se conoció en la casa de Nora, en San Miguel, a donde la chica había ido a vivir un tiempo. “Tenía 13 años y ahí fue cuando empezaron a estar juntos”, revela Nora.

Es que la familia de Arévalos se mudó a ese barrio más o menos para la misma época y Lucas “le pidió permiso a mi hija para salir con la nena. ‘Si le digo que no es peor, es una cosa de adolescentes’”, dice la abuela que le decía su hija.

Una de las muchas peleas de la parejita terminó en ruptura y el adolescente comenzó a salir con otra chica, con la que supuestamente iba a tener un hijo.

Pero, según Nora, el acusado “se peleó con esa piba y volvió a querer estar con Serena. Le juraba a mi nieta que el nene era de otro, que se iba a hacer un ADN y ella le creía”.

En los últimos días los familiares de la víctima la notaron distinta y sospecharon que había vuelto con Lucas, sólo que -creen ellos -se veían a escondidas.

El lunes pasado Serena no volvió a su casa de Moreno a la hora en que debía hacerlo. Sus parientes hicieron la denuncia y salieron a buscarla. En eso estaban el martes a la mañana, cuando su tía escuchó en el silencio de un descampado la alarma del celular de la adolescente. Tenía las calzas bajas, un corte profundo en el cuello y 48 más en en el pecho y el estómago.

Lucas fue detenido enseguida. Su madre jura que estaba trabajando. El no quiso hablar ante el fiscal que le imputó un delito que sólo prevé una condena: perpetua.

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