“La guerra de la UOCRA” se quedó con los heridos y casi sin detenidos

De un plan criminal, con intenciones homicidas, a un par de tiros al aire. Con lenguaje liso y llano, tratando de sortear cuestiones jurídicas que pueden ser complejas de entender, la causa por el último capítulo bélico de la UOCRA, que dejó dos heridos de bala, prácticamente se quedó sin detenidos.

Por disposición del juez Martín Rizzo, que subroga el Juzgado de Garantías Nº 5 de La Plata, los argumentos que el fiscal Juan Mennucci y, su antecesora en el expediente, Marcela Garmendia, enarbolaron para sostener la detención de varios sospechosos, quedaron al desnudo y con poco peso por la evidencia que aportaron las partes en pugna.

En medio de ese escenario, Braian Medina, Juan Pablo Medina (los dos primeros nietos del “Pata” Medina) y Gastón Marceli, fueron corridos de la pesquisa por falta de mérito, mientras que Matías Robledo, Kevin Lautaro Calvo y Thiago Añasco, si bien por ahora siguen presos con prisión preventiva, en el horizonte se observa una posible libertad.

Es que Rizzo le bajó los cargos a un abuso de arma, cuya pena en expectativa admite morigerar o atenuar las sanciones procesales.

Entonces, sin ningún requerimiento judicial pendiente o, antecedentes que puedan complicarlos, sus defensores plantearán incidencias para una salida anticipada. Y es factible que la consignan.

En el mientras tanto, el fiscal Mennucci analiza el escenario y sus próximos pasos a seguir.

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Para el juez Rizzo, “el análisis que aquí debo realizar implica una mayor rigurosidad que aquel quisiera mi colega de grado al ordenar la detención, en lo que a la necesaria imposición de la medida de coerción respecta y si bien al momento del decisorio aludido comparto que la medida que se dispuso era la adecuada, lo actuado con posterioridad ha generado un cuadro cuanto menos de duda que no permiten esta instancia tener por acreditado las exigencias vertidas por el tipo penal de mención, ello sin perjuicio de lo que ulteriormente pueda devenir pero que a su vez impone mutar la calificación legal”.

Para Braian Medina, Juan Pablo Medina y Gastón Marcelli, les impuso igualmente la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de los domicilios de las víctimas y de los testigos y de hostigarlos desde cualquier aplicación virtual o interpósita persona, todo por un plazo inicial de 120 días.

Del lado de los liberados, que estuvieron representados por César Albarracín, Martín de Vargas y Ernesto Varela, se habla de que “la que llaman facción Medina, fue en realidad el blanco de una emboscada perfectamente diagramada y cuyos actores todos conocemos”.