Conmoción y sorpresa detrás de una oscura trama familiar

En Los Hornos, los vecinos mostraron opiniones críticas hacia el contexto en el que crecieron las víctimas

EDUARDO, UN FAMILIAR DE LAS NENAS ESCLAVIZADAS, CONTÓ AYER DETALLES DE LA TRAMA FAMILIAR. SU ROSTRO SE OCULTA PARA PROTEGER LA IDENTIDAD DE LAS VÍCTIMAS

Podría decirse que en el barrio de Los Hornos donde las nenas se criaron hay una conmoción a medias. Es cierto: nadie sospechaba que las chicas habían sido entregadas a una pareja umbanda, que las sometía a todo tipo de maltratos. Enterarse de ese caso generó repudio y la postura unánime de rechazo entre los vecinos.

Pero también hay gente que en la cuadra de 146 entre 68 y 69 ya tenía un mal concepto de la familia y del modo en el que eran criados los niños que en esa casa iban naciendo con el paso de los años. La mayoría los conoce “de toda la vida”.

Según contaron algunos vecinos -todos se negaron a que se publique su nombre-, los primeros en mudarse a la casa fueron un hombre y una mujer, que tuvieron un solo hijo, Eduardo (36), quien accedió a hablar con EL DIA.

Fue él quien contó que su padre adoptó una nena, con la que luego, a medida que creció, tuvo cuatro hijas. “Por ser bígamo nadie en el barrio lo quería”, se despachó una vecina.

Eduardo, empleado del Servicio Penitenciario, dijo también que tanto ella como sus hijas vivieron de la pensión que el hombre, fallecido hace unos cinco años, cobraba por estar retirado de la Policía.

La reconstrucción del mapa genealógico arrojaría más historias dramáticas.

De esas cuatro hijas, todas de entre 10 y 25 años aproximadamente, la mayor es la joven sospechada de haber entregado a los nenes que fueron rescatados ayer en Monte Chingolo.

Al parecer, la mayor de ellas, que es una de las que terminaron en manos del matrimonio umbanda, también habría sufrido intentos de abuso sexual.

“El padre la quiso violar cuando había crecido. Ahora el tipo está preso”, sostuvo una vecina.

Respecto de su madre, en el barrio indicaron que los hombres con los que iba teniendo hijos “era gente que conocía eventualmente, en su mayoría desempleados o de actividad dudosa”, deslizaron.

LA PALABRA DEL TIO

Eduardo, medio hermano y a la vez tío de las nenas rescatadas, confirmó en diálogo con este diario que “hacía varios meses que ellos no estaban más acá, se fueron de golpe”, en referencia a su casa de Los Hornos.

También contó que en su mayoría vivían juntos en dos construcciones en el mismo terreno.

Sin dar precisiones del motivo por el que la presunta entregadora se fue de la casa, Eduardo señaló: “De lo que ellos hacían, yo no sabía nada. Fue un problema de ellos”, se desligó.

La noticia tomó alcance nacional. Cuando se le preguntó si enterarse del caso lo tomó por sorpresa, afirmó: “Un poco me lo esperaba”.

Entre su palabra y la de los vecinos hay discrepancias acerca de la vida que llevaban los nenes. “Algunas iban a la escuela 50, pero a otras no las dejaron terminar sus padres”, soltó Eduardo.

Con un tinte más genérico, en el barrio protestaron respecto de que “ninguna de esas nenas iba a clases”.

A lo largo de los años, pasaron distintas generaciones que vieron crecer a los niños que nacían en la casa.

Muchos vecinos coincidieron en que “desde los 13 ó 14 años ya empezaban a quedar embarazadas, y así varias veces”.

Pero Eduardo describió otra situación: “Acá vivían lo más bien”, dijo, para negar cualquier clase de abuso o maltrato.

“LA CREO CAPAZ”

Al muchacho se lo notaba ayer a la tarde trastocado por la situación.

En ese contexto, lanzó una conclusión particular acerca de la mujer implicada: “Yo la creo capaz de hacer lo que dicen que hizo, porque si no, esto no pasaba”.

En la misma dirección opinaron algunos vecinos. “No pensábamos que pudiera pasar algo así. Pero mirando el historial de la familia tampoco nos sorprende tanto”.

También hay gente en la cuadra y alrededores que se mostró conmocionada ni bien se enteró que ese caso que veían en los medios había comenzado a metros de sus casas.

“No relacionamos que fueran ellos. Preferimos no tener relación, porque siempre los notábamos por lo menos extraños”.

Por último, acerca de la situación y el paradero de la madre y la hermana de los nenes presuntamente entregados a la pareja umbanda, ninguno de los entrevistados expresó saber algo.

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