Le pidieron un cigarrillo, se negó y lo balearon

“Amigo, ¿un cigarro?”, fue el pedido que un adolescente del barrio le habría hecho a un joven que iba por la calle. El muchacho supuestamente le dijo que no, y esa respuesta habría cultivado un sentimiento de bronca que terminó explotando un rato después. La réplica furibunda incluyó un tiro en la espalda que casi lo mata.

La secuencia se vivió ayer al mediodía en la cuadra de 494 entre 6 y 7, Villa Castells. En función de lo que se pudo averiguar en el barrio y de fuentes policiales, ese joven (algunos dicen que de 16 años, pero según la Policía es mayor de edad) se encargó de “ir a buscar” al vecino que no le quiso dar el cigarrillo.

En este punto, el reporte oficial marca una circunstancia adicional que no fue apuntada en el barrio: “Se generó una discusión porque el adolescente se refirió de forma vulgar hacia la novia de la víctima”.

Respecto de lo que pasó un par de horas después parece haber más acuerdo: “Al joven agredido lo vieron entrando a la casa y lo esperaron afuera. El agresor llamó a otras seis personas que vinieron todas armadas, en dos autos, una moto y un carro”, contó una allegada a la víctima.

Muy temerosa de que no se publiquen sus datos personales, la testigo señaló que delante de la vivienda ya se empezaba a agolpar el grupo. También se amontonaban los insultos y las amenazas: en ese contexto, el muchacho intentó apaciguar el clima. Pero consiguió todo lo contrario.

culatazo y tiro

Fuentes del caso contaron que a la víctima, de 22 años, le pegaron primero un culatazo fuerte en la cabeza. “De ahí salió corriendo hacia calle 6, hasta llegar al frente de un kiosco situado enfrente”, contó un vocero de la comisaría.

De las palabras a los tiros, uno de los agresores (según vecinos, el padre del adolescente al que le habrían negado el cigarrillo), sacó un arma calibre 22 y disparó tres veces. Una bala no salió, y una de las otras dos le pegó en la parte izquierda de la espalda del damnificado.

“No quisimos esperar a que viniera la ambulancia porque iba a tardar. Lo llevó un vecino al hospital de Gonnet”, aseguraron en el barrio, ante la consulta de EL DIA.

Aparentemente, esa rapidez en el traslado fue decisiva para que, en lugar de estar muy grave, el joven pueda encarar una recuperación lenta.

Según distintas fuentes, el proyectil le dañó un pulmón y una esquirla le rompió una costilla. Al parecer, los médicos evaluaban no extirparle el plomo y esperar a que evolucione. Por su parte, la Policía encara distintos operativos para dar con el agresor, en una causa que fue caratulada como “lesiones”.