Una tragedia familiar golpea al Papa
Edición Impresa | 20 de Agosto de 2014 | 00:00
Los cuatro viajaban en un Chevrolet Spin, cuando en el kilómetro 594 -en la localidad cordobesa de James Craik- se estrellaron contra un camión que iba adelante, cargado de maíz.
Valeria Carmona (36) y su hijo José Bergoglio, de 8 meses, murieron ahí mismo. Antonio Bergoglio, de 2 años, falleció en el centro médico al que fue llevado, mientras que Emanuel Bergoglio (38) sigue en estado delicado en el hospital Pasteur, de la cordobesa Villa María.
Se sabe que la familia había disfrutado del fin de semana largo en las sierras y que el accidente pasó cuando volvían a su casa en capital federal, unos 20 minutos antes de la 1 de la mañana de ayer. Lo que no se sabe todavía es por qué. Las posibilidades más fuertes son que Bergoglio se haya quedado dormido o que el auto sufriera una falla mecánica.
El Papa escuchó la noticia ayer a la mañana, reza por la salud de su sobrino y pidió que lo acompañen mediante la oración, confirmaron fuentes vaticanas.
“Sentí el impacto, miré por el espejo y cuando me tiro a la banquina estaba el auto metido abajo”, dijo el chofer del Ford Fargo, Raúl Pombo (60)
“El Papa ha sido informado del trágico incidente ocurrido en la Argentina a algunos familiares suyos y está profundamente dolido”, dijo el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, además de pedir “a todos aquellos que participan de su dolor de unirse a él en la oración” La Radio Vaticana, por su lado, indicó que “todos sus más estrechos colaboradores, así como los empleados de la Santa Sede, se unen al Papa Francisco en oración y participan del grave luto que ha golpeado a su familia”.
EL RESCATE
“Yo no estaba ni parado ni nada. Cuando sentí el impacto no sabía qué pasaba. Apenas me tiré a la banquina empecé a parar los autos para pedir matafuegos porque se había terminado el mío, y con la ayuda de muchos otros que me facilitaron el matafuegos evitamos que se incendiara”, recordó el camionero Pombo, el otro protagonista del choque ocurrido a 110 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba.
Gustavo Ponce de León es el jefe de bomberos de James Craik, ese pueblo en el que viven 5.100 personas y donde ayer no se hablaba de otra cosa.
“Cuando llegamos al accidente nos encontramos con un vehículo que se incrustó debajo del acoplado”, contó, explicando que “procedimos a rescatar a la persona que se encontraba con vida en el momento, el señor Bergoglio”. Para sacarlo de ese barullo de hierros en lo que se convirtió el Spin, los bomberos usaron herramientas neumáticas.
Liliana Abraham es la directora del hospital de Villa María. Ayer a la tarde informó que el sobrino del Papa está en la unidad de terapia intensiva con asistencia respiratoria-mecánica y “con inestabilidad hemodinámica”, por lo que su pronóstico es reservado y no se descarta una intervención quirúrgica.
Presenta “fractura expuesta de húmero derecho, con traumatismo tóraco-abdominal, lesión hepática y esplénica” y tuvo una lesión en bazo e hígado.
Mientras tanto, la madre y una hermana de Valeria Carmona completaban los trámites para trasladar los tres cuerpos al aeropuerto metropolitano Jorge Newbery, en dos avionetas de la gobernación de Buenos Aires.
La mujer trabajaba como asistente social en el Area de Violencia de Género de la fuerza.
Peritos de la Policía Vial harán el informe para sumar a la causa que instruye la fiscal Mónica Biambrette, de la localidad de Oliva.
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