Estudiantes: un paso atrás en Rosario
Edición Impresa | 31 de Agosto de 2014 | 00:00
COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA
ROSARIO
Enviados especiales
De todos modos, es muy justo decirlo, ayer perdió el partido en el momento que menos lo merecía y cuando la sensación que dominaba la agradable noche rosarina era que, en cuanto acertara una contra, se podía quedar con el premio mayor. Es que el Pincha la había pasado muy mal en los primeros 20 minutos del primer tiempo y en el arranque del complemento. Muy mal. Pero estaba mejor a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando le convirtieron.
De movida el local se le vino encima. Con la movilidad que le dieron Bernardi y Víctor Figueroa en la mitad de la cancha, Newell’s se lo llevó por delante y lo lastimó por las bandas, principalmente por el sector izquierdo de la defensa, con el pibito Mauricio Tévez. Ni Pablo Rosales ni Matías Aguirregaray pudieron frenarlo y entonces al León le cascotearon el rancho. Por suerte tuvo a un Hilario Navarro muy atento, cortando con sus puños de arriba y usando el cuerpo para hacer más chico el arco.
Pasados los primeros 22 minutos Estudiantes pareció hacer pie. El Chino Benítez se hizo dueño de la pelota y en una contra dejó mano a mano a Gabriel Graciani, que se demoró una barbaridad para rematar. Por la izquierda, Ezequiel Cerutti empezó a mostrarse y en un par de corridas logró infracciones para aprovechar la pelota parada. El Pincha, con una clara postura defensiva y buscando sorprender de contra, cerró mejor el primer tiempo y abrió una luz de esperanza para la segunda parte.
LO TENIA Y SE LE ESCAPO
Lo tuvo Francisco Fydriszewsky desde afuera y de cabeza. Pudo ser de Víctor Figueroa desde el punto de penal. Estaba el gol al caer hasta que Pellegrino decidió meter mano y darle oxígeno a su equipo. A la cancha Román Martínez y Diego Vera y a los dos minutos el primero le metió un pase profundo al otro para dejarlo mano a mano. Viruta corrió diez metros y levantó la vista, pero nunca vio el segundo palo de Oscar Ustari. Definió muy mal al cuerpo del arquero y dilapidó, hasta ese momento, la chance más clara de gol de todo el partido.
Esa jugada evidenció que no había tanta diferencia entre un equipo y otro. Y entonces cuando el Pincha quiso adelantarse unos metros el local recuperó una pelota en su campo. Benítez y Prediger quedaron mal parados, Víctor Figueroa corrió 30 metros y dejó a Tévez con el arquero Navarro. El juvenil, que ya había amargado a Boca, definió fuerte y cruzado al palo derecho del arquero. Gol.
Intentó reaccionar Estudiantes. Buscó con Leonardo Jara y Martínez. Lo tuvo Vera de cabeza y de media vuelta. Pero la suerte estaba echada. En el mejor momento, después de haberla pasado mal, una contra lo liquidó. El local, así, le ganó con el libreto que había pensando en la previa. Se volvió con las manos vacías y con una bronca bárbara.
Notas relacionadas
Ahora, la mira en el clásico que lo tiene muy movilizado
“No tuvimos armas para empatar”
“Este es un gran respaldo para el club”
Buena cosecha de las inferiores de Estudiantes
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE