Un momento del cerebro que no se repite jamás

ABEL ALBINO

Por ABEL ALBINO (*)

“Los dos primeros años de vida son la primavera del sistema nervioso central. Vendrá un verano, un otoño y un invierno, pero nunca más volverá a florecer así. En esa etapa, nuestro cerebro pasa de pesar 35 gramos a 900, apenas 300 menos de lo que alcanza finalmente en la adultez. Pero no sólo aumenta su peso sino también su actividad. A los nueve meses, la mayor parte de nuestras neuronas ya se ha diferenciado, se ha ubicado en su respectiva región del cerebro y ha comenzado a establecer una enorme cantidad de contactos con otras neuronas vecinas. Ese proceso, que se conoce como cableado neuronal, es lo que nos da la capacidad de asociar, la memoria, la rapidez mental. Cuando un chico no recibe los nutrientes necesarios en esa etapa de su vida, su cerebro no sólo deja de crecer sino que también se comienza atrofiar”.


(*) Médico pediatra. Fundador de CONIN

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE