Vuelven los fantasmas del síndrome de enero

Anuncios de presentaciones contra los fondos buitre en la ONU y otros foros, ninguno que pueda resolver o dar una luz al problema concreto del fallo de Griesa en Nueva York, o revertir la fuerte restricción de dólares por la que transita la Argentina, en franco contraste con la situación de Uruguay, Bolivia o Portugal

Por RAUL VIVES

El optimismo escasea y las incertidumbres abundan.

La economía está en franco descenso, con caída del empleo, el consumo, las exportaciones y las reservas internacionales otra vez en declive.

El crédito internacional para importaciones ha comenzado a recortarse o es mucho más caro y la hipótesis de que Cristina Kirchner llevaría el default hasta el final de su mandato se afianza.

AMAGUES

El Gobierno avanza en una dirección y luego vuelve sobre sus pasos: amagó con una baja de tasas de interés y retrocedió cuando el dólar “blue” superó los 14 pesos.

Hubo una gestión de Axel Kicillof con los bancos para colocar financiamiento del consumo a 12 cuotas sin interés, contra baja de encaje que quedó a media agua.

Igual que el publicitado swap con el Banco Central de China y ahora otra gestión con Brasil, también por un auxilio de dólares, que habría intentado el ministro de Economía en su viaje relámpago a Brasilia el miércoles último.

En enero pasado se produjo la mayor devaluación en 12 años. En diferentes ámbitos crece la expectativa de un nuevo cambio de escenario

Anuncios de presentaciones contra los fondos buitre en la ONU y otros foros, ninguno que pueda resolver o dar una luz al problema concreto del fallo de Griesa en Nueva York, o revertir la fuerte restricción de dólares por la que transita la Argentina, en franco contraste con la situación de Uruguay, Bolivia o Portugal, por señalar casos recientes, que obtienen financiamiento a muy largo plazo y a tasas tres o cuatro veces inferiores a los que obtendría la Argentina.

Un frenesí de actividad y declaraciones que no parecen conducir a ningún lugar especial que tenga que ver con las dificultades concretas de la Argentina, como se dijo: la caída del empleo, la presión inflacionaria o el dólar.

El síndrome de enero, por lo ocurrido en ese mes cuando el Gobierno debió llevar el dólar a 8 pesos, se extiende y son escasas las dudas en la city porteña, los empresarios de todo nivel y pelaje y de buena parte de la gente común, que “algo habrá que hacer con el dólar”, frase que expresa de manera genérica la expectativa de una nueva devaluación.

¿De cuánto? ¿O de qué manera?

Sobre esto no puede haber certezas. Kicillof o el titular del Banco Central deberán resolver sus diferencias y quizás de allí surja alguna propuesta: desdoblar el mercado, algo parecido a enero, acelerar las devaluaciones diarias, etc.

VEREDICTO

El tiempo dará su veredicto, pero es llamativo que algunos especialistas hayan comenzado a recordar el Plan Primavera, el último intento económico del gobierno de Raúl Alfonsín.

Las últimas novedades en el mercado de granos han encendido luces de alerta, pero el Gobierno no reacciona o no parece tomar nota de lo que está sucediendo.

La cosecha récord que habría en EE UU y los elevados stock mundiales han llevado el precio de la soja a 400 dólares o menos, un valor que si bien sigue siendo alto, complica el panorama local.

Los productores, que aún mantienen un porcentaje alto de granos en su poder, han acentuado su retracción a vender.

Los silobolsas están a pleno a la espera de que el escenario sea un poco mejor: o el dólar este a un precio más alto, o cambie el mercado mundial, o se sienten más cómodos con los granos que con pesos en las cuentas corrientes.

EL RIESGO MAYOR

De todas maneras, el riesgo mayor es que con la cosecha próxima caiga el volumen total de producción, con menos soja, trigo y maíz.

¿En qué cantidad?

Eso también es una incógnita, pero la realidad es que en algunas regiones la siembra de alguno de estos granos ya no ofrece expectativa de rentabilidad.

No es un pronóstico alocado. Ya pasó que la Argentina produce menos trigo y maíz. ¿Ahora será la soja?

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