¿Todas las religiones son iguales?

Escribe Monseñor DR. JOSE LUIS KAUFMANN

Queridos hermanos y hermanas.

Muchas veces he oído decir que “todas las religiones son buenas”, que todas llevan al hombre a hacer el bien, que da lo mismo una que otra... ¿Se pueden aceptar estas afirmaciones?

Ante todo, hay que reconocer que en las diversas confesiones religiosas puede haber ciertos valores positivos; pero, no se puede aceptar, de ninguna manera y bajo ningún concepto, que todas las religiones sean igualmente verdaderas. El fundamento de esta afirmación es evidente: Si solamente hay un Dios, no puede haber más que una Verdad divina, y una sola religión verdadera.

Por lo tanto, no es serio decir que pueden ser verdaderas las diversas religiones, las que incluso se oponen entre sí en sus afirmaciones y en sus exigencias.

La sensatez de la decisión humana sobre la religión no estará, por tanto, en elegir la religión que a uno le guste o le satisfaga más, sino en acertar con la verdadera, que sólo puede ser una.

Cuando, para optar por la verdad, se trata de discernir entre lo verdadero y lo falso, es absolutamente necesario ser equilibrado y profundizar todo lo posible. La verdadera religión será la de mayor atractivo, pero sólo para quienes tengan de ella un conocimiento suficientemente profundo.

La verdad sobre Dios es accesible a toda persona en tanto que ella acepte dejarse conducir por Dios y acepte las disposiciones de Dios; es decir, en la medida en que quiera buscar a Dios rectamente. Pero, hay gente honesta y bien intencionada que no puede llegar a conocer a Dios con completa claridad; por ejemplo, por no haberse liberado de una cierta ceguera espiritual, una ceguera que puede ser heredada de su educación, o de la cultura en la que ha nacido y se ha formado.

Con todo, es necesario precisar que – siendo Dios infinitamente Justo – juzgará a cada uno por la fidelidad con que haya vivido conforme a sus convicciones. Es preciso, lógicamente, que a lo largo de su vida haya hecho lo que estaba a su alcance para llegar al conocimiento de la verdad. Y esto es perfectamente compatible con que haya una única religión verdadera.

Cuando, para optar por la verdad, se trata de discernir entre lo verdadero y lo falso, es absolutamente necesario ser equilibrado y profundizar todo lo posible

¿Qué enseña la Iglesia Católica acerca de la Salvación de quienes no profesan la religión verdadera?

Al respecto afirma: los que sin culpa de su parte no llegan a conocer el Evangelio de Jesús ni su única Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida hacer la Voluntad de Dios, conocida a través de la ley natural y de lo que les dicte su conciencia, pueden conseguir la Salvación eterna. Por eso, si una persona no se preocupara en formarse y en reflexionar suficientemente para llegar al conocimiento de la fe verdadera y de sus exigencias, estaría en un caso de ignorancia culpable. En ese caso y en todos los anteriores, será juzgado por Dios conforme a su grado de culpabilidad y de voluntariedad. Esto es de justicia elemental.

Quienes somos cristianos católicos, tenemos la convicción absoluta de que ésta es la única Religión verdadera; pero respetamos a todas las demás confesiones religiosas y amamos a sus integrantes, como me lo enseña la Iglesia Católica.

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