Otras tragedias que llamaron la atención tras una práctica deportiva

Los fallecimientos repentinos, algunos encuadrados en casos de muerte súbita y otros tras sufrir ataques cardíacos a temprana edad practicando actividades físicas, se han dado con reiterada frecuencia en los últimos tiempos.

En julio pasado, un joven de 26 años falleció en un gimnasio del barrio porteño de Recoleta luego de descompensarse durante una clase de crossfit, un entrenamiento deportivo de alta intensidad. Juan Manuel López Pujato fue trasladado de urgencia al Hospital Fernández después de descompensarse apenas comenzado el precalentamiento en el gimnasio, al que asistía desde noviembre del año pasado, y pese a las prácticas de reanimación que le realizaron, murió antes de llegar al centro asistencial.

Juan Manuel era oriundo de Santa Fe pero vivía en Buenos Aires, donde siguió vinculado a la actividad física, como lo hacía en su provincia, donde practicaba rugby. Según se supo después, cuando era chico tuvo problemas de corazón y fue operado.

RUGBY Y MARATON

Unos meses antes, en abril de este mismo año, un joven de 23 años murió tras ganar un maratón que se disputó en la ciudad de Córdoba. La víctima fatal, identificada como Ezequiel Ponce, estaba siendo premiado cuando se desplomó súbitamente, y los médicos presentes en el lugar nada pudieron hacer para salvarle la vida, ya que murió en forma instantánea.

Tambien en marzo de este 2014 falleció el rugbier Mateo Uriburu, un joven de 17 años que sufrió una arritmia grave durante un entrenamiento en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, durante la gira de su equipo, el SIC, tras haber estado cuatro días internado.

Asimismo, en agosto de 2013, un chico de 13 años que participaba de una práctica de rugby en la provincia de Entre Ríos, falleció tras un cuadro de muerte súbita ocurrido en plena práctica.

EL CASO DE ROMINA YAN

En septiembre de 2010, otro caso muy recordado fue el de la actriz Romina Yan, hija de Cris Morena y Gustavo Yankelevich, quien murió a los 36 años a raíz de un paro cardíaco que sufrió tras una descompensación.

Yan se descompuso en forma repentina en un gimnasio, sufrió un desmayo y fue traslada por un amigo al hospital Central de San Isidro. La actriz llegó a la guardia sin signos vitales, y tras las tareas de reanimación que se le practicaron durante unos 50 minutos, se consignó su deceso.