Golpearon a una vecina para robar medicamentos

Varios hombres se metieron en una casa rompiendo la puerta a patadas. Sabían que la hija de la dueña es paciente psiquiátrica

Norma Montes (70) estaba durmiendo en su pieza cuando unos ruidos extraños la despertaron. Parecían empujones, golpes que caían sobre la puerta. Inmediatamente se levantó y escuchó el grito de un chico que pedía agua. Sin embargo, creyó reconocer en esa voz a un joven que “suele parar”· frente a su casa con otras personas, por lo que le dijo “andate de acá, deja de molestar”.

Pero los golpes no cesaron, y la puerta terminó cediendo. Después de esto, la mujer vio desde su pieza cómo un grupo de personas irrumpía en su vivienda y comenzaba a buscar algo.

“Son chicos de acá, del barrio. Los conocemos desde hacer rato” comentó la mujer parada justo en la entrada de su casa, ubicada en 147, entre 33 y 33 bis, lugar donde sucedió todo.

“Mi mayor miedo era mi hija, que es paciente psiquiátrica. No quería que le hicieran nada”, agregó Norma, que es jubilada del servicio penitenciario.

Su hija, Sonia Juárez (33), estaba sentada en la cocina y vio, desde lejos, cómo volaba la puerta. Sin pensarlo dos veces Norma se encerró en la pieza dispuesta a enfrentar a los ladrones.

Pero los asaltantes eran varios, y opartaron del camino a la mujer a los golpes. Luego siguieron buscando entre las pertenencias de la víctima. Revisaban rápidamente los cajones, buscando encarnizadamente algo. Por fin, Norma cayó en la cuenta de lo que era.

“Querían la medicación de mi hija. Saben que estuvo internada en el hospital de Romero, y vinieron a buscar las pastillas”, reveló la mujer en declaraciones periodísticas.

Al fin y al cabo, esgrimiendo una pequeña pistola, que la mujer pensó de juguete, los ladrones lograron dar con los medicamentos. Después, se dispusieron a entrar en la pieza de Norma. Ella quiso impedir esto a toda costa, pero los ladrones empujaron y golpearon, y terminaron ganando su ingreso. De ahí sacaron un televisor LCD. Luego, antes de irse, manotearon un celular de la mesa.

Finalmente, Norma se comunicó con la policía. “Vinieron todos, estuvieron muy bien. Según me contaron pudieron detener a uno de los ladrones porque le encontraron el celular robado. Igual, lo que más duele es la medicación, porque mi hija la necesita y es muy cara”, contó la mujer con las huellas de los golpes en la cara.

“Es la tercera vez que me roban. Esta vez, dentro de todo, la saqué barata. Estos chicos son del barrio, les faltan codigos”, agregó.

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