La forestación, la mejor convivencia entre el progreso y el medio ambiente

Dos episodios independientes entre sí, pero coincidentes en cuanto a la finalidad de defender el patrimonio natural de nuestra región, actualizaron la necesidad de que tanto la sociedad como las distintas autoridades velen para que se mantengan plenamente vigentes los ordenamientos legales sancionados en defensa del medio ambiente.

En el primero de esos casos, es preciso resaltar la actitud de un grupo de vecinos de Villa Albino, en Ensenada, que se encuentran movilizados para oponerse a la tala y extracción de unos 30 árboles de una cuadra, que según dijeron, está en los planes de la Municipalidad, a raíz de la realización de una obra de ensanche de la calle, que implicaría la remoción de postes y de los ejemplares arbóreos. Los vecinos pusieron de relieve que esos árboles, de 50 o más años de edad, son la única sombra y el único pulmón verde que los protege de la Destilería que está prácticamente al lado de ese barrio.

Por su parte, en forma simultánea se dio a conocer un informe generado por organismos ambientalistas, basado en monitoreos aéreos que se realizaron en fecha reciente, en los que se detectaron diversas áreas de la región afectadas por severos procesos de deforestación y mal manejo de recursos naturales.

Según el estudio conducido por la entidad Nuevo Ambiente, uno de esos puntos sería el de la Laguna Los Patos, donde se están desarrollando obras para la futura usina termoeléctrica, así como la denominada Bahía de los Perros, ubicada entre Astilleros Río Santiago, el canal Oeste y el Río Santiago, en la localidad de Ensenada. Además de la pérdida de árboles en esos lugares, se mencionó el caso de la erosión de las costas de la isla Paulino, debido al oleaje que producen las embarcaciones rápidas y las de gran porte.

Resulta ciertamente preocupante que se encuentre planteada este tipo de situaciones en una zona dominada por el enorme polo petroquímico y, por lo tanto, necesitada de grandes masas forestales que actúen como barreras frente a la contaminación. De modo que todas las medidas que puedan afectar a este necesario equilibrio debieran ser revisadas y, eventualmente, detenidas.

En fecha reciente la Municipalidad platense anunció sobre un plan de forestación que avanzaría a lo largo del perímetro marcado por la avenida Circunvalación, en la que se plantarían ginkos biloba, jacarandá, casuarinas, araucarias, tulipaneros, fresnos americanos y europeos.

Bien se conoce, asimismo, que diversos estudios han denunciado la presencia de elementos potencialmente cancerígenos en el aire que respiran los habitantes de la Región y en cantidades superiores a las tolerables. También se conoce que resulta difícil, sino imposible, postular una limitación a las actividades industriales en una época de escasez de fuentes laborales.

Pero hay una forma de aportar para la limpieza que no depende exclusivamente de esas restricciones, sino de una acción positiva: la forestación. Es en ese contexto que las autoridades deben sopesar detenidamente cualquier acción que pueda traducirse en una amenaza para la preservación de cualquier valioso recurso natural en la zona.

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