Hartos de los robos, vecinos de 10 y 532 colgaron un pasacalle

Dice “ojo, todas las casas ya fueron robadas”. Un relevamiento por el barrio que ya no quiere tener miedo

EL PASACALLE LO COLGÓ UN VECINO DE LA CALLE 10, AL QUE A FINES DE DICIEMBRE LE VACIARON LA CASA CUANDO SE AUSENTARON POR UN PAR DE HORAS. A LA DERECHA, PABLO, OTRO DE LOS DAMNIFICADOS

Se cansaron y la única que les queda es tomárselo con cierto grado de humor. Un grupo de vecinos de Tolosa colgaron un pasacalles a la vista de los miles de autos que pasan por la Circunvalación. Allí se lee que los asaltaron una cantidad de veces que ya nadie conoce con precisión, y les piden a los ladrones un poco de clemencia.

“Ojo, todas las casas ya fueron robadas. Gracias”, resumieron en el letrero colgado entre dos postes, en 10 y 532. Está claro que lo hicieron sin esperar que ningún delincuente les haga caso, pero sí con el propósito de llamar la atención sobre la problemática en su barrio: la foto del pasacalles circuló por las redes sociales y despertó comentarios de todo tipo.

En un relevamiento hecho por este medio, algunas de las víctimas hablaron sobre esta ola de asaltos que vienen padeciendo. Según ellos todo empezó hace poco más de un año, casi al fin de 2013. Las modalidades incluyeron todas las posibles: entraderas, escruches o robos nocturnos entrando por las casas de al lado. Con o sin armas, los delincuentes van cambiando de estrategia según pasan las semanas, pero el hilo en común entre todos los casos es que “nadie los pudo parar desde que empezaron hace un año, y ahora están terribles”, señaló una vecina de 10 entre 531 y 532, una de las cuadras más castigadas, donde hubo al menos cuatro episodios.

La serie de hechos también golpeó en las inmediaciones. Uno de los ejemplos que más recordaban fue el de una jubilada de 531 entre 9 y 10 a la que le hicieron una entradera a punta de pistola.

Quienes también la pasan mal en este contexto son los comerciantes. Un caso testigo fue el de una forrajería de 532 entre 9 y 10: sus dueños se hartaron de que los asaltaran y se fueron. Otros negocios siguen abiertos y no zafan de la seguidilla.

La idea del pasacalle que suplica piedad a los ladrones surgió de un vecino de calle 10. Es que a fines de diciembre le vaciaron la casa luego de que se ausentaran un par de horas.

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