El pintor de lo humano

A los 80 años, celebra sus Bodas de Platino con el arte con una retrospectiva en el Museo Catedral en la que registrará 65 años en 65 obras

“Bodas de Platino 1950-2015” es el nombre de la muestra que mañana a las 19 quedará inaugurada en el Museo Eclesiástico Catedral, y con la que el artista platense Enrique Arrigoni celebrará sus 65 años con el arte.

A través de 65 obras, el pintor popular recorrerá una trayectoria que comenzó a sus 15 años con la exposición de un recordado “cuadrito” sobre un paisaje de City Bell que “colgó” en la Peña de las Bellas Artes cuando todavía estaba en calle 6, frente al Pasaje Dardo Rocha.

Egresado de Bellas Artes, y formado con grandes maestros como De Santo y Martínez Solimán, el pintor encontró su identidad en los años 60 de la mano de referentes muralistas mexicanos de los que tomó esa “humanidad” que se respira en su arte.

Paisajes, hogares, manos hacendosas, rostros curtidos por el sol, hombres y mujeres nutren su obra, una pintura fuertemente impregnada por las vivencias obtenidas de sus múltiples viajes por el continente americano, su fuente de inspiración.

“Trato de ubicarme en el centro social de la época y tomo al hombre como eje de mi lenguaje. Me interesa el hombre ubicado en un contexto cotidiano y positivo con todo lo que lo rodea: su casa, el paisaje, sus penas y alegrías. Así trato de definir con convicción mi postura estética y humana y siento la necesidad de expresarla a través de mi obra”, explica.

EN PLENA ACTIVIDAD

Llegar a las Bodas de Platino es, para Arrigoni, algo muy especial, sobre todo por el hecho de hacerlo “pintando”, una pasión que no pierde intensidad con el paso del tiempo, el que hoy le pinta a él ochenta arrugas en su cara.

“¿Vos seguís comiendo?”, repregunta, entre risas, contestando a la inquietud de qué lo motiva a seguir encerrado en su taller en el que convive con más de mil cuadros. “No te digo una enfermedad pero casi, es algo más fuerte que uno. Tuve la suerte de poder ir regulándolo con la familia porque es una vocación que ha causado muchas separaciones”, aclara y dice que los artistas, tan comprometidos como él con su obra, en un punto son egoístas, al tiempo que reconoce con picardía que “tiene que pensarlo muy bien” si le dan a elegir entre ella y sus hijos.

Casado desde hace cincuenta y seis años, padre de cuatro y abuelo de doce, Arrigoni quiere poder seguir mostrando su trabajo. “Que guste o que no guste, es otra cosa, pero pido que se respete lo que hago. Eso es fundamental”, exige, y destaca el reconocimiento que se ha ganado por parte del público platense, sobre todo de sus colegas, aún con aquellos con los que se diferencia de raíz en su forma de entender el arte.

“Yo siempre sostuve que para mí la pintura debe hacernos sentir, pensar, y no que el cuadro sea un juego de formas y colores que, lamentablemente, se convierte en algo decorativo, aunque respeto profundamente a todos los que lo hacen. Yo pinto porque tengo algo adentro que quiero volcar al exterior. Eso es lo que me interesa. Y mientras sigue teniendo qué volcar, seguiré pintando”, concluye Arrigoni, emocionado con la inauguración de su muestra, acaso la más grande de su fructífera trayectoria en un “lugar místico, en el que uno se siente transportado”.

“Bodas de Platino 1950-2015” se podrá visitar hasta fin de mes en las salas de exposiciones temporarias del Museo Eclesiástico Catedral, 14 entre 51 y 53, de martes a domingo, de 11 a 19.

Bellas Artes
Bodas
City Bell
De Santo
Enrique Arrigoni
Martínez Solimán
Museo Eclesiástico Catedral
Pasaje Dardo Rocha
Platino

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE