El primer ballotage en la historia política argentina
| 22 de Noviembre de 2015 | 02:14

La reforma constitucional de 1994 no trajo solamente la reelección presidencial por otro periodo sino también instituyó -entre otras normas- la instancia del ballotage, término original que denota su origen francés, que viene del verbo balloter, y que significa votar con bolillas, pero que en realidad es volver a sufragar en una segunda vuelta por los dos candidatos con mayor cantidad de votos aunque con poca ventaja en los porcentajes.
Antes de esta enmienda, nuestra Carta Magna -inspirada en la Constitución de Estados Unidos- no tenía segunda vuelta. La elección del Presidente no era de manera directa, sino a través de un Colegio Electoral.
Es en el artículo 94 de la “nueva” Constitución donde se establece que “el Presidente y el Vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por el pueblo, en doble vuelta”. El artículo 96 se refiere directamente al ballotage: “La segunda vuelta electoral, si correspondiere, se realizará entre las dos fórmulas de candidatos más votadas, dentro de los treinta días de celebrada la anterior”.
Sin embargo, antes de la reforma de 1994, hubo un antecedente de implementación de ballotage. Fue el gobierno de facto del general Alejandro Agustín Lanusse quien aplicó una enmienda a la Constitución a través del decreto-ley 19.802, por el cual estableció, además, la elección directa para Presidente y Vice; el acortamiento del mandato presidencial de 6 a 4 años; la reelegibilidad indefinida de los legisladores nacionales por cuatro años.
Tenía su objetivo: buscar darle más posibilidades a la oposición para vencer al peronismo en 1973, antes del regreso de Perón. Sin embargo, la fórmula del FreJuLi, compuesta por Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima venció por un abrumador 49,56% a la de la UCR de Ricardo Balbín y Eduardo Gamond, que reunió un 21,29%. Y esta último se bajó del ballotage.
Y el antecedente más reciente fue en 2003 aunque tampoco se llegó a concretar. La fórmula integrada por Menem y Juan Carlos Romero ganó la primera vuelta por un escuálido 24,45% contra 22,24 de la compuesta por Néstor Kirchner-Daniel Scioli. Es historia reciente y recordada, pero vale ser refrescada. Sin embargo, el ex presidente nacido en La Rioja, viendo que las encuestas le daban una derrota muy holgada, decidió no participar. “Gané en la primera vuelta y me voy”, anunció desde su provincia.
Por eso hoy, los argentinos elegiremos por primera vez en una segunda vuelta al Presidente de la Nación
ANTECEDENTES EN EL PAIS
En verdad, el sistema de ballotage rige y fue aplicado en tres provincias y el distrito porteño. El que más experiencia tiene en la materia es Tierra del Fuego, donde rige desde su creación como Provincia y se aplicó en seis de las siete elecciones para gobernador que allí se realizaron. En las últimas elecciones fueguinas, celebradas en junio pasado, se terminó la maldición del ganador de la primera vuelta, que pudo repetir en segunda. Fue Rosana Bertone del FpV quien lo hizo triunfando en las dos vueltas, cosa que no había ocurrido en las anteriores.
En Corrientes, se puso en marcha en 1997. La más particular fue el que hubo entre familiares en el 2009: Ricardo Colombi derrotó a su primo gobernador , Arturo Colombi, por una amplia diferencia. Ambos por el radicalismo.
En la provincia del Chaco hubo en 1995: El radical Rozas venció con lo justo al peronista Tenev.
Finalmente, el distrito porteño es, como Tierra del Fuego, otro lugar donde resulta prácticamente imposible imponerse en primera vuelta porque obliga a mayoría absoluta, el 50% más un voto.
Mauricio Macri, por caso, ganó dos ballotage (los dos al candidato del FpV Daniel Filmus) y perdió del primero que participó ante Aníbal Ibarra.
En el último, Horacio Rodríguez Larreta venció por pocos puntos al economista y diputado de ECO, Martín Lousteau.
1973
Lanusse decretó una segunda vuelta pero el amplio triunfo de Cámpora hizo desistir a Balbín de participar
2003
Carlos Menem debía disputar el ballotage con Néstor Kirchner pero se bajó.
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