Locura en el aire, dudas y anécdotas

La locura más extrema. Sólo eso podría explicar que el copiloto de un avión se ponga al mando de la nave, cierre la puerta de la cabina, y mueva una palanca para estrellarse junto a 150 pasajeros. Eso es lo que, aparentemente, ocurrió esta semana en los Alpes franceses.

No fue un acto criminal de terrorismo internacional; no fue una imprudencia ni una emergencia mal manejada. Fue, aparentemente,  la acción voluntaria de un hombre joven que sufría un cuadro psiquiátrico que él mismo pudo ocultar y que nadie supo ni pudo advertir.

El hecho, sin duda estremecedor, conmovió esta semana al mundo entero. En el avión viajaban tres argentinos. Viajaba un contingente de escolares alemanes; viajaban artistas europeos de destacada trayectoria; viajaban hombres y mujeres comunes, de un lado o del otro del mundo. Estremece imaginar sus últimos minutos, lo que habrán sentido y pensado cuando el avión, súbitamente, se desplomó antes de estrellarse en un lugar inhóspito de los Alpes.

Estremece, también, imaginar a ese joven de 28 años, que las fotos muestran como un hombre sano, vital, enérgico, en el momento en que decide encerrarse en la cabina y estrellar el avión en una acción que excede cualquier lógica suicida y cualquier capacidad de comprensión.

La noticia de la semana es, sin dudas, una de esas historias que nos conectan con lo más incomprensible e inexplicable del comportamiento humano.

Pero fue una semana con otras noticias fuertes. El fallo de la Cámara de Apelaciones que desestimó la denuncia que había hecho Alberto Nisman contra la Presidenta marcó un nuevo giro en la causa que desde  los primeros días del año cambió el eje de la política.

Todavía no es un “caso cerrado” pero da la impresión de que la denuncia ya tiene su suerte echada. Queda la duda sobre qué hubiera pasado si Nisman no hubiera aparecido muerto de un balazo apenas cuatro días después de presentarla. Es, por supuesto, un ejercicio inútil especular sobre algo que nunca se sabrá.

¿Se sabrá, mientras tanto, alguna vez qué pasó aquel día de enero en el departamento de Le Parc? Si alguien se guiara por las impresiones dominantes, habría que decir que es muy probable que el caso nunca sea completamente esclarecido.

Fue también la semana en la que finalmente debutó la Policía local; una presencia a la que empezarán a acostumbrarse los vecinos del casco urbano y de la periferia. Y fue, en un plano entre anecdótico y acaso pintoresco, la semana en la que la senadora y primera dama tucumana se hizo célebre por contar sus mansiones frente a un “vago de miércoles”  y en la que la farándula planetaria se hizo un pic-nic con el supuesto romance secreto entre John Travolta y Tom Cruise. Por suerte siempre hay lugar para las sorpresas fuera de libreto.