Susto al encontrar una bolita en el atún

Sábado a la noche, hora de la cena en la casa de los Vélez Sánchez, una familia integrada por el matrimonio de Gabriel y Carolina y los hijos Rodrigo (10), Pilar (8), Eloy (4) y Paz (3). El menú: arroz con atún. Todos comían, hasta que la tranquila reunión hogareña se alteró con una fuerte y repentina tos de la menor de los chicos. Padre experimentado en ese tipo de accidentes domésticos, al ver que la chiquita se ahogaba, Gabriel la puso de espaldas y la golpeó hasta que la criatura pudo expulsar una pequeña bolita blanca. El joven asegura que el objeto es “totalmente” ajeno a la vivienda y que provino de la lata de la conserva utilizada para preparar la comida.

La familia Vélez Sánchez vive en la calle 39 entre 11 y 12 y el producto que habría estado contaminado fue comprado por Gabriel Vélez Sánchez, que es empleado municipal, en el polirrubro de 11 y 39, comercio que a su vez lo adquirió de forma directa, sin intermediarios, a la empresa que lo elabora.

Se trata de una lata marca Nereida (del grupo Arcor), de 170 gramos de atún desmenuzado y en aceite, correspondiente al lote 14A1905, y que hubiera vencido recién en julio de 2018.

Según señaló Vélez Sánchez, el objeto con el que casi se ahoga su hija se habría encontrado en el arroz que preparó su mujer con el contenido de la lata. “Es un material duro al que lavamos varias veces y tiene atún adherido de un modo que no se puede quitar. Es evidente que eso estaba en el interior del envase”, precisó el vecino de la calle 39.

SIN RESPUESTAS

No bien el matrimonio vio que había pasado el mal momento para la nena, Vélez Sánchez inició un “periplo” telefónico que incluyó la firma de donde salió el atún y varios organismos estatales, tanto de la Nación como de la Provincia y el Municipio.

Lo primero que hizo el padre de Paz no bien pudo sacar a la nena de la emergencia fue llamar, la misma noche del sábado, al teléfono 0800 impreso en la lata y que corresponde a la oficina de atención del consumidor de Arcor. Ahí presentó su inquietud. “Me dijeron que les tengo que entregar la lata con la bolita, pero yo no quiero porque sino, ¿con qué prueba me quedo?. Ya me pasó otra vez que devolví un envase con un producto en mal estado y al tiempo me respondieron que habían investigado y estaba en buen estado, aseguró el joven.

Luego de haber realizado la denuncia en la empresa, Vélez Sánchez se comunicó con Vigilancia Alimentaria de la Administración de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica - Anmat -, con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria - Senasa -, Calidad Alimentaria del ministerio de Salud de la Provincia y Defensa del Consumidor de la Comuna. Su queja es porque no obtuvo en ninguna de las dependencias una respuesta que lo satisfaga.

“En ningún lugar me dan la explicación que necesito. No pido más que eso”, planteó Vélez Sánchez.

A partir del planteo de Vélez Sánchez, EL DIA consultó a la empresa Arcor. En la oficina de Prensa se limitaron a señalar que por lo general, frente a un reclamo de este tipo, el servicio del consumidor de la compañía pide que se entregue el envase porque de esa manera se puede iniciar el procedimiento para investigar la denuncia.

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