El regreso de una vidriera de la agricultura familiar

Las familias productoras que cada miércoles venden “sin intermediarios” sus hortalizas y frutos en el patio de entrada de la facultad de Agronomía iniciaron ayer la 7° temporada de la Feria Manos de la Tierra, una iniciativa que ya se convirtió en el lugar preferido por miles de platenses a la hora de comprar verduras, frutas y algún producto elaborado artesanalmente.

Manos de la Tierra es un proyecto de extensión de la casa de estudios de 60 y 119, que hace una década comenzó a apoyar y a reunir a pequeños productores de la Región fuertemente golpeados por la crisis. En octubre del año pasado festejó su 6° aniversario, y en la víspera arrancó la actividad 2015.

De diez de la mañana a dos de la tarde, cada miércoles seguirá funcionando en Agronomía, y, en el mismo horario, los viernes continuará montando sus puestos en los jardines de la facultad de Ingeniería, en 1 y 47.

En la reapertura de la feria de productos de la agricultura familiar, los extensionistas de la facultad recordaron que “aquí se da una venta directa del productor al consumidor”, y se comercializan “hortalizas recién cosechadas, productos apícolas como miel, jalea real, polen y caramelos de propóleo, artesanías, tejidos, yerba artesanal, plantas, huevos de campo y muchos productos más que los quinteros del cordón hortícola regional producen con sus propias manos y las de sus familiares”, resaltaron.

Una viverista platense, Marta Ocampo, dijo que “la feria es una familia grande que se va uniendo y crece cada día más, y que defiende nuestra tierra, la cuida, y preserva todos los productos que salen de ella”. Destacó que a través de “los profesores de esta facultad nos vamos perfeccionando, aprendemos”, aunque también realzó todo lo que aprenden los productores más noveles de aquellos que “ya traen la sabiduría de sus antepasados”.

“Ojalá que esto perdure, que crezca, y que el día de mañana sean más y más los jóvenes que trabajen en este proyecto”, subrayó Marta.

Manos de la Tierra nació como un brazo del proyecto Banco Social, que en 2005 puso en marcha Agronomía para entregar microcréditos a familias productoras que habían sufrido un “enorme impacto cuando la crisis de 2001”, cuentan sus responsables.

Profesores y alumnos avanzados comenzaron a trabajar con las familias que tenían una pequeña quinta en Arana, Olmos, El Peligro, Villa Elvira, Colonia Urquiza y otras localidades, y comprobaron que el mayor problema que afrontaban era el de la comercialización.

Así, con algunos quinteros montaron la primera feria 7 años atrás. Hoy el programa cuenta con unos 15 grupos habituales, los cuales están conformados por entre 8 y 15 integrantes cada uno.