Sobornos por US$ 150 millones causan conmoción internacional

A pedido de EE UU, varios dirigentes de la FIFA fueron detenidos en Suiza acusados de corrupción y podrían ser extraditados

La FIFA fue sacudida ayer por una investigación criminal del gobierno de EE UU, que acusó de crimen organizado a varios jerarcas latinoamericanos del fútbol, pidió la extradición de ex dirigentes en Paraguay y Trinidad y allanó las oficinas de la CONCACAF en Miami.

Las autoridades suizas también allanaron la sede de la FIFA en Zurich (Suiza), donde confiscaron documentos y computadoras para investigar si hubo corrupción en la decisión de otorgar los mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente. Los escándalos y acusaciones de corrupción han sido la orden del día en los 17 años del mandato del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien mañana buscará la reelección a un quinto período. El organismo rector del fútbol mundial dijo que la votación se realizará como está programada. La FIFA también descartó reabrir el proceso de candidaturas para los mundiales de 2018 y 2022.

Siete dirigentes fueron arrestados en un lujoso hotel de Zúrich a pedido de las autoridades de EE UU y enfrentan un pedido de extradición a ese país. Entre ellos están el uruguayo Eugenio Figueredo, miembro del comité ejecutivo y vicepresidente de la FIFA; el presidente de la CONCACAF y vicepresidente de la FIFA Jeffrey Webb; José María Marín, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol; el vicepresidente de la Conmebol y jefe de la federación de Venezuela, Rafael Esquivel; el presidente de la federación de Costa Rica y candidato al comité ejecutivo de la FIFA, Eduardo Li; y el ex presidente de la federación de Nicaragua y ahora funcionario de la FIFA, Julio Rocha.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos también pidió las extradiciones de Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol hasta 2013 y quien vive en Paraguay, y de Jack Warner, ex mandamás de la CONCACAF que reside en Trinidad. Warner se entregó a las autoridades de su país. En Miami, agentes del FBI y del Servicio de Rentas Internas sacaron computadoras y cajas de la sede de la CONCACAF, el organismo rector del fútbol en Norte, Centroamérica y el Caribe, cuyo ex y actual presidente están entre los 14 acusados por crimen organizado y corrupción. Chuck Blazer, ex secretario general de la CONCACAF, y otros ejecutivos de compañías de mercadotecnia acordaron declararse culpables.

DURA ACUSACION DE LA FISCAL

“A partir de 1991, dos generaciones de dirigentes del fútbol... utilizaron sus puestos de confianza en sus respectivas organizaciones para solicitar sobornos de comerciantes deportivos a cambio de los derechos comerciales de sus torneos de fútbol”, denunció la fiscal general de EE UU Loretta E. Lynch en una rueda de prensa en Nueva York. “Hicieron esto una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”.

Lynch, que en su denuncia también involucra al fallecido titular de la AFA, Julio Grondona y a tres empresarios argentinos (ver pág. 5 y 6), pedirá la confiscación de más de 151 millones de dólares que supuestamente fueron obtenidos por medios ilegales. Señalaron que estas acusaciones son apenas la punta del iceberg. Richard Weber, jefe de la división criminal de Rentas Internas, catalogó el caso como “la Copa del Mundo del fraude”. El séptimo arrestado en Zúrich es Costas Takkas, un británico asesor de la presidencia de la CONCACAF. Los siete podrían recibir hasta 20 años de prisión de ser hallados culpables.

El Departamento de Justicia de EE UU dijo que hubo sobornos vinculados a los derechos de transmisión de partidos por la Copa América, las eliminatorias del Mundial en Centroamérica y el Caribe, y de la Copa de Oro y la Liga de Campeones de la CONCACAF. La fiscalía destacó que la Conmebol firmó un acuerdo en 2013 con una nueva empresa, Datisa, para venderle por 240 millones de dólares los derechos de la Copa América de 2015, 2019 y 2023, y al año siguiente pactó venderle por 112,5 millones los derechos de la Copa América Centenario de 2016 en EE UU. Como parte de los acuerdos, los fiscales dijeron que Datisa aceptó pagar 110 millones en sobornos a dirigentes sudamericanos, entre los que estaban Figueredo, Leoz, Esquivel y Marín.

Confederación Brasileña
Costa Rica
Eduardo Li
EE UU
Eugenio Figueredo
José María Marín
Joseph Blatter
Julio Rocha
Rafael Esquivel

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