Alicia en el País de las Maravillas sigue cautivando lectores y ganando fanáticos
| 26 de Julio de 2015 | 00:48

Por AGUSTINA MUSSIO
Se hace llamar Cheshire Cat Catrroll, o solo Cheshire, para que no suene tan largo. Es el nombre del gato de la gran sonrisa que aparece en la historia de ‘Alicia en el País de las Maravillas’ - ese que desaparece y en el aire sólo quedan dibujados sus dientes- combinado con el apellido del autor. El gato es el personaje que más le gusta, por eso en las redes sociales y cuando se encuentra entre otros fanáticos del libro infantil usurpa por un rato su identidad.
Dice que la libertad del felino es una de las cosas que más lo seduce: “Ese ir y venir... la posibilidad de aparecer y desaparecer a su antojo dentro de ese mundo disparatado”. También cuenta que le fascinan sus salidas. Y entonces cita un pasaje del libro para mostrar las respuestas brillantes que ofrece su personaje:
- Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? - pregunta Alicia.
--Eso depende en gran parte de a dónde quieras llegar --dijo el Gato.
--No me importa mucho adonde llegue... --dijo Alicia.
--Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes --dijo el Gato.
--... siempre que llegue a alguna parte --añadió Alicia como explicación.
--¡Oh, siempre llegarás a alguna parte --aseguró el Gato--, si caminas lo suficiente!
Es Martín Pérez quien recrea el diálogo, un coleccionista platense que atesora miles de objetos relacionados con este mundo encantado, que ideó el británico Lewis Carroll hace exactamente 150 años.
Por el aniversario, cientos de miles de fanáticos desperdigados por el mundo están de festejo. Y desde enero, en diferente países, se vienen realizando exposiciones, conferencias y eventos conmemorativos.
También en la Ciudad se desarrollarán actividades alusivas al día en que se conoció la historia de la niña que, aburrida en una tarde de verano, decide seguir a un conejo blanco que consulta a un reloj de mano, y así se adentra a una dimensión fantástica poblada de delirantes personajes: la iracunda Reina de Corazones, el Sombrerero Loco, la Liebre de Marzo, la Duquesa y su bebé que se transforma en cerdito, la Oruga que fuma pipa sobre un hongo y la triste Falsa Tortuga, entre otros.
El “Wonderland” (mundo maravilloso) de Carroll despertó pasiones y disparó diferentes obras de artistas y pensadores de distintos países, y en diferentes momentos históricos. Se realizaron lecturas filosóficas, matemáticas, religiosas, psicoanalíticas, sexuales y revisiones históricas, entre otras. La obra fue celebrada por el surrealismo de la década del 20 y hasta por la contracultura psicodélica de los ‘60: Alicia bebe de un frasquito que dice “drink me” (bébeme) y su percepción se altera, como por efecto alucinógeno. Luego come del hongo de la Oruga y, según el pedacito elegido, se achica o agiganta su cuerpo. Algunos lo relacionan con el consumo de alguna droga.
Martín Pérez, o Cheshire en su universo encantado, se gana la vida como profesor de inglés. Desde chico le apasionó la lengua que ahora enseña. Su afán por aprender más lo llevó a comparar diferentes traducciones del libro, y sin que se diera cuenta le despertó un fanatismo.
“En la adolescencia empecé a juntar diferentes versiones. Me atrapaba el lenguaje, quería ver las distintas traducciones. Después me empecé a interesar en las ilustraciones. Entonces de 20 libros pasé a tener 50, de 50, 100, y así seguí sumando”, cuenta Martín, que actualmente guarda 300 ejemplares, entre los que se encuentra una versión rusa, otra japonesa y libros que “hablan de” o que “tienen que ver con”.
“Generalmente se empieza acumulando determinados objetos. Uno, sin saber bien por qué, junta. Hasta que un día, ese montón de cosas guardadas pasan a adquirir un sentido personal. Entonces uno las ordena, las clasifica y se emprende en una búsqueda consciente de nuevas piezas. Recién ahí podemos decir que el acumulador se convierte en coleccionista”, diferencia.
Se podría decir que el interés de Martín por el universo fantástico ideado por Carroll fue en ascenso: primero se fijó en las distintas traducciones, y así redescubrió el absurdo planteado en ese mundo y se maravilló.
Cuenta que después de las letras, las ilustraciones comenzaron a interesarle- y entonces cita una frase de Alicia “¿De qué sirve un libro que no tiene diálogos ni dibujos?”- y el abanico se le fue abriendo hasta alcanzar muñecos, filatelia, medallas, tarjetas, cartas, figuras, publicidades y estatuillas, entre otros objetos que contribuyeron a engrosar la muestra “Reflejos de Alicia”, que se expuso del 21 de mayo al 14 de junio de este año en el Centro Cultural Borges, de Capital.
Uno de sus más preciados objetos es un organizador de sello postal que Lewis Carroll patentó en 1888. Durante cinco años estuvo detrás de la pieza hasta que finalmente consiguió dar con dos clasificadores de 1890, con ilustraciones de Alicia realizadas por su dibujante original: John Tenniel.
Y, aunque tiene una colección bastante completa, hay dos objetos que dice tener “entre ceja y ceja”. En 2010 salieron a la venta 500 cajas que traían, cada una, cuatro pins con personajes de Alicia. El estuche venía cerrado, lo que volvía imposible elegir las piezas. La serie completa estaba compuesta por 500 pins de Alicia, 450 del Conejo Blanco, 400 de Tweedledum & Tweedledee, 250 de la Liebre de Marzo, 225 del gato Cheshire, 100 de la Reina de Corazones, 50 de la Oruga y 25 del Sombrerero Loco. A Martín le faltan los últimos dos para completar la colección, pero resignarse no figura entre sus planes.
• Julio: a partir del día sábado 18 y, durante todo el mes, hay exposición de coleccionables en el “Museo Eva Perón” (calle 51, e/ 4 y 5); charla para docentes y practicantes de plástica y Bellas Artes: “La Alicia ilustrada: un paseo por los libros de “Alicia” de Carroll, y por la historia de sus representaciones en el dibujo y la plástica, en la fotografía y en el cine” (fecha exacta a confirmar).
• Agosto: actividades en “La Pequeña Maison”, Centro Cultural y Casa de Té (calles 3 y 55): charlas los días viernes 7, 14, 21 y 28; exposición de coleccionables; proyecciones de films, exposición de las fotografías de la serie “Wonderlandesque”, etc.
• Octubre/noviembre: mega evento de cuatro días en el Teatro Argentino de La Plata (a confirmar), con artistas, exposiciones, charlas, performances, teatro, música, todo relacionado con “Alicia en el País de las Maravillas”.
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