Empiezan a considerar delito las pintadas que arruinan fachadas

Daño a la propiedad privada y los edificios públicos, manifestación de libertad artística o ambas cosas a la vez, la proliferación de pintadas “no deseadas” en la Ciudad sigue en el centro de la escena. En los últimos días, cuatro personas fueron demoradas y puestas ante la Justicia por el delito de “daño” tras ser sorprendidas in fraganti mientras realizaban graffittis en paredes del centro.

El más reciente de los episodios se registró anteanoche, cuando dos menores que se encontraban interviniendo con rodillos y pintura un paredón blanco de 7 entre 63 y 64 fueron descubiertos por un móvil de la policía local, demorados y llevados a la comisaría para su identificación.

Según explicó el secretario de Seguridad de la Comuna, Guillermo Escudero, “en una de sus recorridas, los efectivos detectaron la presencia de los jóvenes, a los que se demoró con la figura de ‘daño’; al tratarse de menores de edad, se le dio aviso al fiscal correspondiente, y luego se los entregó a sus padres”.

El otro antecedente reciente de apertura de causas por el perjuicio que provocan los graffittis tuvo como protagonistas, la semana pasada, a dos estudiantes platenses de 18 años. Fue en el Teatro Argentino, pero no en sus muros exteriores ya atiborrados con garabatos y dibujos, sino dentro del principal coliseo platense.

La maniobra, en el quinto piso del complejo de 51 entre 9 y 10, fue advertida por personal de Infantería que cumplía con horas adicionales de vigilancia en el lugar, y sus perpetradores fueron demorados y trasladados a la comisaría Primera. En esa dependencia, antes de liberarlos, les abrieron una causa por “daño calificado” y se les secuestraron diez aerosoles, más de cuarenta picos, guantes, una tijera y una mochila.

DELITO PENAL

Hace seis años, un fallo de la Cámara Nacional en lo Criminal determinó que pintar graffittis en las paredes -práctica usualmente caracterizada como contravención en las legislaciones municipales- constituye el delito de “daño”, por lo que puede ser reprimido con penas de entre 15 días y un año de prisión.

A inicios del mes pasado, en nuestra ciudad, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), la Fundación Ciudad de La Plata y la ONG DNI City Bell, con el aval de numerosas instituciones locales, presentaron el documento “Un pacto por la Ciudad”, que promueve “ordenar el arte urbano y dar un ejemplo de convivencia, sin prohibir la expresión de las ideas”.

El texto procura que se avance en un gran acuerdo social y en campañas de concientización, para que se dejen de dañar con aerosoles los bienes públicos y privados.

Ese encuentro tuvo lugar en el Argentino, que se convirtió en una suerte de “laboratorio” del graffitti y los intentos por controlarlo. Meses atrás, la Provincia anunció que tiene proyectado rodearlo con rejas para preservarlo del “atroz vandalismo” que padece.