El 80% de la población está a favor de aumentar los cigarrillos

Una encuesta realizada por la Fundación Interamericana del Corazón en seis de los centros urbanos más grandes del país demostró que el 84% de la gente apoya un aumento en el precio de los cigarrillos para desalentar su consumo y de esa forma proteger la salud de la población.

El sondeo -practicado en mayo de este año por MFG Consultores entre 1.900 habitantes de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán- mostró también que un 63% de los fumadores actuales modificaría sus hábitos de consumo fumando menos o dejando de fumar si se produjera un aumento significativo del precio de los cigarrillos. Este porcentaje resultó mayor en la población de nivel socioeconómico bajo, que es la más sensible a los aumentos de precios, respecto de la población de nivel socioeconómico alto (66,3% versus 54,8%, respectivamente).

De acuerdo con la encuesta, el 68,5% de los consultados apoyaría aumentos que dupliquen el precio de los paquetes de cigarrillos, cifra que asciende a 75,5% entre los ex fumadores.

El 68,5% de los consultados apoyaría aumentos que dupliquen su precio, cifra que llega al 75,5% entre los ex fumadores

Los datos arrojados por el estudio reflejan a su vez que existe un amplio conocimiento del impacto de la suba del tabaco como política para controlar su consumo. Dos de cada tres personas consultadas reconoció que esta medida reduce el inicio del consumo de tabaco en niñas y niños, ayuda a los actuales fumadores a abandonar el cigarrillo, aumenta la recaudación fiscal y aho rra costos para el sistema de salud.

“Pudimos observar que la población en general apoya la medida porque comprende que los impuestos al tabaco generan cigarrillos más caros y, de esta manera, se reduce el consumo y se salvan vidas. Los impuestos al tabaco, además de proteger la salud, aumentan los recursos para el Estado en tanto incrementan la recaudación fiscal“, sostiene Verónica Schoj, directora ejecutiva de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina.

EFECTO PREVENTIVO

Si bien “la industria tabacalera argumenta que ya son altos los impuestos al tabaco en Argentina, dado que representan casi el 70% del precio de venta al público de los paquetes, son en realidad muy bajos: tenemos unos de los cigarrillos más baratos y accesibles del continente y del mundo. Esto se debe a la falta de una política fiscal de los productos de tabaco que tenga como objetivo proteger la salud de la población”, dice Schoj.

“Las políticas fiscales que buscan incrementar los impuestos y precios del tabaco han sido reconocidas como la medida más eficaz para reducir el consumo de tabaco y proteger la salud. Su principal efecto se observa en la prevención del tabaquismo en niñas, niños y adolescentes, especialmente en los de bajo nivel socioeconómico. Según estudios efectuados en la Argentina, si se aumenta 50% el precio real de los cigarrillos, disminuye en 15% el consumo de tabaco en fumadores actual es”, señala la directora de la FIC.

“Debido a la efectividad de esta medida para prevenir y reducir el consum o de tabaco, la industria tabacalera se opone a su implementación a nivel global con el argumento de que un incremento en el precio de los cigarrillos conlleva un aumento del comercio ilícito, situación que no necesariamente se ha evidenciado en los países que implementaron medidas fiscales y han controlado el contrabando”, asegura por su parte Belén Ríos, directora del área legal de la misma fundación.

En cualquier caso, “la prioridad es reducir el consumo de tabaco. El comercio ilícito debería controlarse mediante la aplicación de medidas efectivas destinadas a su prevención. Este falso argumento difundido por las tabacaleras de ninguna manera puede constituir un obstáculo para el desarrollo de medidas de salud pública”, agrega.

Si bien Argentina avanzó en la impleme ntación de medidas de control de tabaco en los últimos años, como los ambientes libres de humo y las restricciones a la publicidad de tabaco, el 25,1% de la población adulta y el 19,6% de los adolescentes de 13 a 15 años aún fuma en nuestro país, donde 40.000 personas mueren cada año por enfermedades asociadas al consumo de tabaco.