La falta de alimentos se mete en la campaña legistativa

El desabastecimiento se ha convertido en un problema recurrente en la vida cotidiana de los venezolanos, con faltantes de alimentos considerados básicos.

Y ahora la decisión oficial de desalojar a la corporación Empresas Polar, el mayor distribuidor de alimentos del país, amenaza agravar este situación.

En este marco, la organización International Crisis Group (ICG) advirtió de que la “crisis política y sus repercusiones en la falta de alimentos amenaza con convertirse en una tragedia” en Venezuela y llamó a los países de la región a involucrarse activamente en la búsqueda de soluciones.

“A la gran mayoría de los venezolanos les resulta imposible obtener suficientes alimentos o garantizar su salud”, señaló el organismo en un nuevo informe sobre la situación en Venezuela difundido ayer. Es más, se advierte también que el panorama político marcado por el antagonismo y la falta de diálogo entre el Gobierno y oposición, la “erosión” de la democracia y unas cruciales elecciones legislativas en diciembre, en las que se presume que el descontento va a pesar en los resultados.

El panorama económico, dominado por la baja del precio del petróleo, agrava la recesión, genera una elevada inflación y un fuerte endeudamiento, con acuciantes compromisos de pago.

El objetivo central del estudio denominado: “Venezuela: Un desastre evitable” es exponer la “emergencia médica”, el “declive de la producción” y la “pobreza y el hambre” y recomendar algunas líneas de actuación al Gobierno, la oposición y la comunidad internacional.

Javier Ciurlizza, responsable de para América Latina de Crisis Group dijo que objetivamente la situación ha empeorado respecto a la reflejada en anteriores informes.

“La polarización política se ha acentuado, con el agravante que Venezuela no cuenta con los ingentes recursos económicos derivados de la bonanza de los precios del petróleo, que permitía sortear las crisis políticas aumentando el gasto social”. “Por eso, ahora decimos que la combinación del declive económico, las carencias sociales y la falta de diálogo político confluyen a una crisis más difícil de controlar y con menos opciones para las partes”, agregó.

Para la organización con oficina para América Latina en Bogotá, “el descenso pronunciado de los ingresos reales, la marcada escasez de alimentos, medicamentos y otros productos básicos, junto con el colapso de los servicios sanitarios” son señales de “un problema social inminente”.