Un taxista le pegó a una mujer tras un choque en 25 y 60
| 6 de Agosto de 2015 | 02:09

Un incidente de tránsito sin otra consecuencia que algunos daños menores en las carrocerías de dos autos derivó en un episodio de violencia -callejera y de género- que pudo terminar del peor modo. Duró apenas un par de minutos y se desarrolló como suelen hacerlo este tipo de casos, rápida, intempestiva e imprevistamente.
Un auto que circula bordeando una plaza, otro que lo choca y el conductor del primero que baja para pedirle los papeles, cuando la irracionalidad se impone sobre lo previsible con uno de los protagonistas- taxista- agrediendo a una mujer después de increparla: “Todas manejan mal”.
Un par de hombres vieron el cruce, pero, según contó la damnificada, “ninguno se metió”. Un barrendero siguió con lo suyo y un vecino se le acercó después de que el agresor ya se había ido, sin entregar los papeles ni aportar sus datos, agregó la víctima.
“todas manejan mal”
Todo pasó alrededor de las 8.30 de la mañana, cuando una mujer de 46 años conducía su Honda Fit por 25 y 60. Y, bordeando Plaza Brandsen, un taxi que ingresó por la avenida 60 la impactó en la parte trasera del lateral derecho, de acuerdo a la versión que dio la automovilista.
“No fue un golpe fuerte, aunque el auto se dañó apenas en la parte trasera”, relató.
En ese instante, según denunció, ambos bajaron de sus vehículos, aunque con distintos propósitos.
“Yo me bajé para pedirle los papeles del seguro, pero él empezó a gritar ‘todas las minas manejan mal’” (utilizando otros términos, claro), lo que indignó a la víctima, sin intimidarla. Le insistió al chofer con los papeles, sin bajar el tono, recibiendo como toda respuesta un ataque directo.
“Me agarró, me zamarreó y me dio algunos golpes”, explicó la víctima, precisando que también la sujetó del pañuelo que ella tenía alrededor del cuello.
Instantes “después, cuando intentó escaparse, lo agarré para que me diera los papeles”, contó la mujer, pero el taxista no parecía dispuesto a entregárselos. Según la víctima, “se subió al taxi, arrancó y me empujó con el auto. Me tuve que correr porque me pisaba”.
Ella no pudo hacer otra cosa más que tomar con su celular una foto del coche de alquiler, que aportó más tarde a la Policía.
la denuncia
Después de esa secuencia violenta, la mujer se fue directamente a la comisaría Quinta, donde radicó la denuncia y entregó los datos que tenía: marca, modelo y patente del auto. Horas después le informaron que el vehículo está a nombre de una mujer, aunque todavía no se sabe si quien lo manejaba al momento del incidente es propietario o chofer.
“Iba solo, pero me preocupa que personas así anden en la calle todo el día y llevando pasajeros”, analizó la mujer, quien -más allá del maltrato y las amenazas directas-, no resultó lesionada, según contó ella misma a este diario.
El incidente le dejó dos secuelas: la bronca y el miedo, que la impulsó a pedir que su nombre se mantuviera en reserva.
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