“Mi familia me renovó la creatividad”

Con más de treinta años de trayectoria, y una mochila cargada de hits que además de amor hablan de las cosas más simples y cotidianas de la vida, Alejandro Lerner profesa hoy más que nunca su “volver a empezar”. A los 58 años está hiperactivo con proyectos musicales, teatrales, literarios, televisivos y una familia que se ha transformado en el “oxígeno de su respiración”, en sus pulmones.

En enero nació Thomás y renovó su paternidad, un título que seis años antes había estrenado con Luna, los hijos que tuvo con su compañera de ruta Marcela García Ibañez. Para eso entonces, el pianista y compositor celebraba las tres décadas de alumbramiento de “Todo a pulmón”, la canción que en plena apertura de la democracia le dio fama y popularidad.

“Uno tiene primero un sueño, y si el sueño te convierte en un músico popular no tenés más que agradecimiento. Y el agradecimiento está a partir de las canciones que la gente ha elegido. Hay nuevas generaciones que se acercan. Y eso tiene mucho significado para mí. Agradezco que me hayan permitido tener una continuidad como la que tuve hasta el día de hoy”, aseguró, en diálogo con EL DIA, consultado por si esos éxitos que han marcado su carrera se convirtieron alguna vez en una carga.

Colaboraciones con Gino Vannelli, Air Supply y Andrea Bocelli marcan su presente musical, en un año en el que también giró con Armando Manzanero y en el que se encamina a terminar “Sueños de elefante”, el disco con el que volverá a las bateas a fin de año después de varias temporadas de silencio. Entre la preparación de una comedia musical, la edición de un libro sobre su vida y obra y las grabaciones de “Laten corazones” por Telefé, Lerner gira los fines de semana por el país con “Más cerca que nunca”, la propuesta con la que regresará esta noche a La Plata (en el Coliseo, a las 21) después de más de cuatro años.

-¿Cómo será el show en la Ciudad?

-Será un concierto de piano, que cada tanto me gusta hacer, porque sigo estudiando e investigando. Además, me gusta de vez en cuando tocar sin la banda para tener más libertad para desarrollar otros repertorios más allá de lo que la gente está acostumbrada a escuchar.

-Una propuesta más íntima...

-Es íntimo, sí, pero no deja de tener fuerza porque también tiene rock and roll, baladas, blues, un poco de todo. Me va acompañar, en esta oportunidad, Gringui Herrera, que es un grosso guitarrista de rock, entonces el show va a ser piano con acompañamiento. Y posiblemente mi mujer, Marcela, me acompañe en voces.

-¿Venís con toda tu familia?

-Mi mujer me acompaña con mis hijos a todos mis shows. La excusa es que ella cante conmigo pero el sentido es que estemos juntos, toda la familia. Mi hija Luna desde que nació tomó aviones, barcos, micros, ha vivido la vida de ser la hija de un artista, dormir en el micro, conocer lugares del mundo. Eso creo que es lo que yo les puedo dar como papá.

-¿Cómo estás viviendo esta nueva paternidad?

-¡Maravillosa! La verdad es que todo lo que me ha traído la vida familiar, que me llegó en una edad adulta, ha sido una inyección de energía, magia y amor espectacular. Es lo más lindo que me pudo pasar. Formar una familia me renovó las ganas, la creatividad, la juventud, las ilusiones de lo que va a venir...

-Estás atravesando una de las etapas más productivas a 30 años de tus inicios...

-Sí, yo lo pienso y me parece increíble que después de tanto tiempo esté tan hiperactivo... Es algo que valoro mucho. Siempre siento que estoy en una etapa de crecimiento. También estoy estudiando, ingeniería de grabación y tomo clases de jazz, que es algo que quiero mostrar un poquito en estos nuevos conciertos.

-Y en el medio la televisión con “Laten corazones” ...

-De a poco el programa empieza a crecer, como me pasó con “Soñando por cantar” (El Trece), que entré como suplente y terminaron siendo dos años de éxito inmenso. Fue una experiencia muy fuerte porque yo tenía éxitos discográficos, de convocatoria, de música pero nunca había estado en un éxito televisvo y, encima, diario. Y ahora me convocaron para este ciclo que me gusta porque es inofensivo, familiar, de padres e hijos, que tiene una bajada de línea sana en un momento de tanta virulencia en nuestra sociedad. Me parece que es una linda alternativa.