Soñar no cuesta nada

Por EZEQUIEL FERNANDEZ MOORES

Estoy convencido de que vamos a salir campeones”. No lo dijo el periodista-funcionario Fernando Niembro, que lo entrevistaba, habitualmente seguro de sí mismo. Lo expresó el DT Edgardo Bauza, el primero de sus entrevistados en la vuelta del periodista a la TV de Fox. Niembro, es sabido, influyó y fuerte en la designación de Bauza. ¿Confianza absoluta, o arrogancia, si vemos que, tras la última doble fecha eliminatoria, la selección “futura campeona” no tiene siquiera asegurado su boleto a Rusia? En el primer partido que debería marcar el inicio de la reacción, Argentina enfrentará a un Brasil líder y entonado en Belo Horizonte. También visitará al escolta de la eliminatoria, Uruguay, en su fortín por ahora inexpugnable del Centenario. Tendrá que jugar contra Bolivia en La Paz. Y cerrará la eliminatoria otra vez en altura, en Quito, contra un Ecuador que estará buscando su propio boleto a Rusia. Venezuela y Perú deberían ser rivales ganables de local. Seis del mínimo de doce puntos que Argentina precisaría sumar para llegar a Rusia. Lo dice la historia. Pero la historia también decía que Argentina jamás había perdido de local en eliminatorias contra Paraguay. Y sucedió. La mejor noticia, entonces, es saber que Leo Messi volvió a jugar en Barcelona y que a los dos minutos de haber entrado hizo lo de siempre, un gol.

Messi, y prendemos velas para que no haya una nueva lesión, será el primer golpe de efecto ante Brasil. La estadística es cada vez más clara: con él, la selección sumó el cien por ciento de los puntos; sin él, bajó al 33 por ciento, apenas una victoria en siete partidos. Es lógico depender del mejor jugador del mundo. Pero no tanto. Sumar de visitante, además, no es una tarea sencilla para el “Patón” Bauza. Lo dice otra estadística acaso más alarmante que la anterior. Bauza, y acaso por eso llegó a la selección, ganó dos veces la Copa Libertadores y otras dos veces fue semifinalista. Pero ganó apenas 5 de los 46 partidos que jugó de visitante en un total de diez ediciones de la Libertadores. Si sumamos sólo las últimas tres Libertadores, la cuenta se agrava: jugó 16 partidos de visitante, ganó uno. Ya adelantó que, contra Brasil en Belo Horizonte, saldrá con dos líneas de cuatro. Cuidándose en cancha ajena, esa fue siempre una de sus características principales, no le fue bien. Y, con la selección, peor aún, cuando buscó arriesgar, terminó abriendo la puerta a una situación acaso más preocupante por lo novedosa: perdió su declamado orden. Se fue al diablo su palabra fetiche: el equilibrio.

Argentina, tiene razón Bauza, no mereció perder contra Paraguay. Pero tampoco había merecido empatar contra Venezuela ni contra Perú. Fueron tres partidos sin Messi. Tres partidos sin victorias. Pero, también más preocupante, tres partidos casi sin juego. Bauza confía igualmente que esta selección será campeona en Rusia. ¿El fundamento? “Soñar”. Cuando el propio Niembro le recordó que en sus conquistas de Libertadores, él había invitado a “soñar” a sus equipos, Bauza contó (y no es nuevo) que hizo lo mismo con los jugadores de la selección. El DT negó que a los jugadores les de igual quién dirija, porque el plantel se “autogestiona”. El periodista Christian Grosso escribió en La Nación que el plantel, ni “camarillero ni destituyente”, se cerró “como una familia impenetrable” tras la “épica” de Brasil 2014 y ahora precisa “límites”, un riesgo de “desgaste” que Bauza debe correr. Grosso recordó que Pep Guardiola en Manchester City, José Mourinho en Manchester United y Tité en Brasil tomaron esos riesgos haciendo cambios. Bauza le aclaró a Niembro que, para la próxima doble fecha, habrá tres o cuatro nuevos jugadores, “de acá y de allá”.

Argentina, tiene razón Bauza, no mereció perder contra Paraguay. Pero tampoco había merecido empatar contra Venezuela ni contra Perú. Fueron tres partidos sin Messi. Tres partidos sin victorias

Bauza rechazó presiones del supuesto club de “Messi y sus amigos” y dijo que, si fuera necesario, no habría ningún problema en convocar a Mauro Icardi, en estas horas en fuerte polémica con Inter, su club. ¿Pero está acaso allí el problema de Argentina? Curioso, la selección que se jacta desde hace tiempo de tener los mejores atacantes del mundo, suma apenas 9 goles a favor en diez fechas, igual que Perú y Bolivia, apenas dos goles más que Venezuela, la de peor registro. La situación tampoco mejoró con el “El Método Bauza” (al menos el que mostró en la selección): acumular más delanteros, hasta cuatro números 9 en un metro, como sucedió al final de la derrota contra Paraguay, cuando cuatro atacantes avanzaron sin espacio en un momento casi como si fuera un scrum de rugby. Las salidas en ese segundo tiempo de Nicolás Gaitán y de Ever Banega (uno que podía abrir la cancha y el otro que podía ser lanzador) llevaron a sospechar aquello de que hay “nombres pesados” que Bauza no se anima a tocar, referencia al Kun Agüero y Angel Di María, o el propio Gonzalo Higuaín. Entraron también en debate otros nombres porque son jugadores que no son titulares en sus equipos, como Sergio Romero o Marcos Rojo, ni qué decir de Martín Demichelis.

¿Y si en lugar de tantos nombres se hablara del equipo? ¿A qué juega la selección de Bauza? ¿A qué quiere jugar? Contra un Paraguay débil y de local, la selección fue cautelosa en el primer tiempo, demasiado posicional. Lenta. Sí arriesgó en cambio en el segundo, pero porque ya había que dar vuelta el marcador. Algo parecido sucedió en los cotejos anteriores. Y, cuando se produce la reacción, llegan entonces los cuatro centrodelanteros jugando casi juntos. El equilibrio fetiche que se va por la borda. Siempre es fácil hablar de equilibrio con el marcador cero-cero. Distinto es que cuando en cambio hay que correr riesgos porque hay que buscar el gol. Gana la desesperación. Y, si no hay victoria, gana la frustración. El peso del recuerdo de que esta formidable generación de jugadores no ganó títulos. Entonces, además de la selección, otros también pierden el equilibrio. La selección de los mejores atacantes del mundo pasa a ser un equipo que exige recambios urgentes. Se reflota el viejo debate de que los jugadores locales tienen más hambre y piden cancha. Surgen listas con 40 nombres, ridiculeces incluídas. ¿Cómo no recordar las diatribas del propio Niembro tras el Mundial 2002? La de los Liberman y Fantino de hoy ¡Cómo se reía de ellos Diego Bonadeo, el periodista fallecido el viernes pasado a los 77 años!

Entre algunas burlas de estos días, algunos se preguntan si acaso Pep Guardiola fuera DT de la selección (como contó el Kun días atrás) y si tuviera que ir a darle explicaciones de una eventual derrota a Armando Pérez, presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA y a Fernando Niembro en Fox. Guardiola, en rigor, “se ofreció” (de modo sutil, claro) para dirigir años atrás a la selección de Brasil. En estos mismos días es mencionado como posible futuro DT de México. Su admiración por César Menotti y cierta historia del fútbol argentino es considerada por algunos como boleto automático a su interés por dirigir a la selección. El hoy es Bauza, Argentina en zona de repechaje y Brasil que nos espera en Belo Horizonte, donde ya se sabe que iremos con dos líneas de cuatro. Niembro le preguntó el viernes pasado a Bauza si acaso el Messi-capitán no debería estar “dándonos tranquilidad”. Avisar desde Barcelona que, no obstante este momento difícil, Argentina, como dice el DT, irá a Rusia y ganará el Mundial. “Temblaría el mundo”, se imaginó Niembro. Su programa se llama “La última palabra”.

Belo Horizonte
Christian Grosso
Copa Libertadores
DT Edgardo Bauza
Fernando Niembro
La Nación
La Paz
Leo Messi
Manchester City
Pep Guardiola

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE